Vivir en el éxito

Ocho semanas después de festejar su campeonato, <strong>el Madrid volvió dejándose dos puntos</strong>. El cuadro blanco mereció premio en la primera mitad y castigo en la segunda. Fue una partida de ajedrez: Zidane ganó el primer acto y Alguacil ajustó en el segundo. Al final, tablas. En cuanto a nombres propios, varios: Odegaard, que dejó a Casemiro en el banquillo; Marvin, un juvenil que debutó con el Madrid; y David Silva, que hizo lo propio con la Real. El gran protagonista fue Varane. Si dos errores suyos sepultaron al Madrid ante el City, anoche se redimió de sus pecados con una actuación excelsa.

VIVIR EN EL ÉXITO

Es oficial. <strong>El Granada vive en el éxito</strong>. La tropa de Diego Martínez se colocó como nuevo líder de la Liga. Un botín dorado, logrado a pleno pulmón ante un Alavés muy verde. Machís castigó la ingenuidad vitoriana cuando debía y los puntos se quedaron, otra vez, en los Nuevos Cármenes. Ya empieza a ser costumbre. Soldado, con su tercer tanto oficial en tres partidos, escenificó el espíritu local: en caso de duda, oficio primero e intensidad después.

Conclusión: El Alavés aún no sabe qué quiere ser de mayor y el Granada vive un proceso de plena madurez. Los nazaríes no son producto de la casualidad: si se ponen por delante en el marcador, no saben lo que es perder desde marzo de 2013.

ASPAS-SISTEMA

No hay aficionado del Celta que no venere al Messi de Moaña. Si Aspas no está inspirado, el Celta sufre. Y si Aspas carbura, el Celta vuela. Fue lo segundo y el equipo celtiña, aplicando el Aspassistema, fue superior a su rival, ganando un partido donde mereció más renta. La cruz fue el Valencia.

Sus males, multifactoriales: volvió a arrugarse como forastero (sigue sin ganar fuera en 2020), volvió a sufrir un error arbitral y volvió a defender tarde y mal. A todo eso cabe añadir lo mollar de la cuestión: A pesar del trabajo de Javi Gracia, el equipo necesita fichajes. En caso contrario, la temporada puede ser un calvario.