Victoria gris en una Liga para olvidar

Griezmann marcó

Griezmann marcó

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

 Un golazo de Griezmann y poco más. El francés salvó los muebles en un partido que dio la sensación que estorbaba a todos cuantos participaron. Con el Eibar descendido y con el Barça sin opciones a nada, el choque deparó 90 minutos en los que quedaron bien patentes algunas de las carencias que han llevado a los de Koeman a firmar una liga más que discreta. Tampoco era un día para esperar grandes cosas. Renovación en el once y a buscar detalles de calidad en jugadores que no han gozado de continuidad en la temporada. Por ejemplo, el caso de Trincao, el propio Neto y algunos más que se sumaron en pleno recital de cambio. No se molesten en buscar mucho porque apenas si encontrarán nada. Ayer se constató que Pedri no fue el único jugador de la primera plantilla que había empezado las vacaciones antes del Eibar.

GRIEZMANN, AL RESCATE

En un partido insulso como pocos, con mínima tensión competitiva, solo podía decantarse el marcador en base a un error o a una genialidad. Es cierto que el baile de cambios de Koeman aportó algo de claridad, pero tampoco era muy complicado elevar el nivel del primer tiempo. Jordi Alba se dejó notar, Dembélé iba a chispazos y el resto participaba de un baile de errores más o menos destacables. Griezmann -atención a los números del francés en el segundo tramo de la temporada- se sacó de la manga la única acción realmente destacable del encuentro con un remate acrobático que firmó el destino de los tres puntos. Oportunidad perdida para unos y confirmación absoluta de la revolución que necesita la plantilla. Toca pasar página cuanto antes.