A ver quién viene

Con el mundial a las puertas de la final, la atención futbolística se dirige hacia los fichajes de verano. Como cada año durante esta época, los aficionados del Barça esperamos con atención las noticias de supuestas contrataciones que ilusionen y nos hagan soñar que gracias a esos refuerzos todo lo que no pudo ser la temporada pasada se consiga en la presente.

Hubo un tiempo en que cada verano el Barça fichaba un super crack, cuando no era Rivaldo, era Romario, y cuando no, fueron Ronaldo, Ronaldinho o Neymar. De un tiempo a esta parte, sin embargo, se ha recurrido a  jugadores que no son cabeza de cartel; son buenos jugadores, o al menos eso dicen quienes les contratan, pero siempre con la incógnita de si se adaptarán o de si el míster acabará confiando en ellos.

Este año hemos fichado a un tal Arthur, Lenglet será presentado hoy y se trabaja para que venga De Jong del Ajax o hemos fichado a un tal ArthurLenglet será presentado hoyvenga De Jong del AjaxRabiot del PSG, nombres todos de jugadores buenos, pero que, la verdad, ilusionan poquito. En todo caso lo de ilusionar es lo de menos si luego dan resultado excelente. Y cuando digo excelente no me refiero al dado por Aleix Vidal o André Gomes, sino al que nos está dando Coutinho, Umtiti, Ter Stegen o incluso Paulinho.

Por cierto, ahora que nombro a Paulinho, ¿se acuerdan de cuando todos los grandes jugadores querían venir al Barça? ¿Se acuerdan que el Barça solo tenía que mover un dedo para que los cracks quisieran venir? Pues bien, ahora son varios los que no quieren venir, y otros, como Paulinho, quieren regresar a China, lugar de donde creíamos haberle rescatado. La competencia entre tantísimos equipos con poder económico ha cambiado el panorama, al menos para el FC Barcelona, cuyos directivos andan bastante preocupados, por cierto,  por el tope salarial del club. No me gusta mirar al vecino, pero uno no puede obviar la marcha de Cristiano del Real Madrid; ahora Florentino tendrá que suplir la decepción que invade a los madridistas con un golpe de efecto que barato, barato, no va a salir.