Veo a Messi muy ilusionado

Messi sonríe en el entrenamiento junto a Paredes y Dybala.

Messi sonríe en el entrenamiento junto a Paredes y Dybala. / AFP

César L. Menotti

César L. Menotti

La Copa América de Brasil ya está aquí. Y esta nueva edición la estoy viviendo como un sueño, como si tuviera 20 años y me asomara por primera vez a la ventana de un gran evento futbolístico. La ilusión con la que la afronto como espectador es la misma que si se tratara de un Mundial, porque quienes amamos el fútbol lo hacemos sin diferenciar un torneo u otro. El fondo es el mismo. La trascendencia ya es otra cosa. De eso se ocupan los libros de historia. 

Para los de este lado del Atlántico, la Copa América  tiene un sabor especial. Forma parte de nuestro ADN y es un título muy apreciado y perseguido. Y no hace falta que añada que poder conquistarlo en Brasil le confiere al torneo una relevancia especial. Otro sabor.

Y después de ese análisis me doy cuenta que parte de ese sueño va sujeto a un anhelo, que no es otro que poder disfrutar todos los argentinos de nuestra Selección, que podamos disfrutar del fútbol... y de Leo Messi.  Después de algunos sinsabores en la última época, el fútbol argentino se merece una satisfacción a la altura y acorde con la pasión que se siente la selección.

No se trata de meter presión a nadie, simplemente de poder recuperar la alegría a través de la pelota y del trato que le demos a ella.

La selección, unida

Debo decir que en los últimos días veo muy bien al equipo argentino, pero no me gustaría extenderme demasiado en nombres propios porque creo que por ahora lo más importante es el trabajo diario y la convivencia. Existe un grupo muy lindo alrededor de Scaloni

Una muestra que me lleva a pensar así es que veo y aprecio el cariño y el respeto que sienten todos hacia Leo Messi. Y percibo que por parte del capitán es recíproco. No hay mejor punto de arranque que hacerlo de la mano del mejor jugador del planeta.

Messi está muy ilusionado y no creo que haya un tipo que sea más feliz que él vistiendo la camiseta de la selección argentina. Su deseo y su compromiso de ganar un título con la selección continúa intacto y virginal.  Eso hay que reconocerlo y valorarlo porque a pesar de todo lo que sucedió tiempo atrás, Leo ha hecho borrón y cuenta nueva y empieza desde cero con la esperanza de acompañar a la selección hacia ese éxito colectivo que tanto hace falta... y que tanto se añora.

Debo reconocer que últimamente no veo mucha televisión, pero me han dolido las críticas despiadadas de algunos periodistas. Muy pocos. Se pueden contar con los dedos de una mano. Sobran esos comentarios ácidos, no son oportunos. No ayudan ni aportan nada.

Y me duele que otra vez empiecen con el tema monocolor de Messi, como si fuera el único tema de debate válido. La selección argentina, por encima de todo, debe ser un equipo, un bloque, y confío muchísimo en el trabajo de Scaloni y los muchachos del cuerpo técnico que le acompaña.

Sí, porque son profesionales  que han vivido mucho como jugadores y que tienen en su historial más de 200 partidos en las mejores ligas del mundo. No son unos cualquiera. Después los resultados pueden darse o no, pero confío mucho en que sabrán armar el mejor equipo posible para hacer una brillante Copa America.

Tampoco podemos olvidar que esta selección ha de mirar más allá de la Copa América. El objetivo no es solo hacer una gran competición, en Brasil también se trata de plantar la semilla para que germine un gran bloque de cara a las eliminatorias y llegar bien al Mundial de Qatar en 2022. Las grandes selecciones se cuecen a fuego lento, con tiempo, sin improvisaciones de última hora.

Lo que ocurre , sin embargo, es que tiene ciertas urgencias para reconciliarse con su hinchada. Y eso pasa por hacer un buen papel en Brasil, donde Argentina, Uruguay y la canarinha son los favoritos.