Vender humo y jugadores a la vez

El Barça-Nápoles,el 8 de agosto

El Barça-Nápoles, el 8 de agosto / sport

Manolo G. Crespo

Manolo G. Crespo

El Barça, como si fuera el Madrid, que en estas cosas la verdad es que no lo ha sido nunca, se agarra a ganar una Champions, como hacen ellos en sus nefastas temporadas, que sirva al final para firmar un gran año, para tapar bocas y para que algunos, sin merecerlo, puedan sacar pecho. Pero después del pésimo regreso del líder (Barça) tras el confinamiento, que le costó la Liga y tras el mal rollo que se generó en la relación jugadores y técnicos se tuvo que apagar el incendio, firmar la paz por el bien común y cerrar todos filas para intentar levantar la Champions.

Esa que se cansó Messi de decir que con lo que visto no daba y que no dio ni para ganar la Liga. Ahora tenemos que creernos que sí, pues soñemos porque cuando se tiene a Leo Messi, es verdad que está permitido soñar. Pero antes toca demostrar en el campo que no todo es humo, palabrería e ilusión, primero el sábado ante el Nápoles y después en tres partidos más que permitirían levantar la anhelada sexta Champions.

LA ILUSIÓN QUE NO FALTE No podemos olvidar que no todo se ha hecho bien y eso al final acaba pesando. Ese humo de ganar es el mismo que lleva a directivos y a responsables de la parcela deportiva a trabajar por el futuro y a demostrar que se mueven para que nos les digan que están de brazos cruzados y por eso se habla de altas y de bajas pero la pandemia aquí también perjudica la situación ya que no es bueno poner en el mercado a jugadores y tener, al mismo tiempo, que jugarte las castañas con alguno de ellos que ya saben que no les quieres. Todo tiene un orden (y eso también vale para Arthur). Ahora no toca vender ni toca hablar de elecciones, ahora toca ganar la Champions. Cada cosa a su tiempo.