Valverde y Segura, solos ante el peligro

Ernesto Valverde, Robert Fernández,  Albert Soler Pep Segura y Urbano Ortega, responsables técnicos del fútbol profesional blaugrana

Ernesto Valverde, Robert Fernández,  Albert Soler Pep Segura y Urbano Ortega, responsables técnicos del fútbol profesional blaugrana / Marc Casanovas

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

Con permiso de Bartomeu, al frente del dispositivo Griezmann, y con el beneplácito de Bakero, dirigiendo sin rumbo a una cantera cada vez más desorientada, Pep Segura y Ernesto Valverde afrontarán, esta pretemporada ya sin excusas, el gran reto de llevar a cabo una remodelación deportiva que se da por descontado está diseñada y apalabrada desde hace meses.

El equipo necesita cambios sustanciales en la plantilla pero, sobre todo, una idea clara, nítida, de un proyecto que trascienda más allá de nombres propios. Planificar en base a fichajes que desbordan la barrera de los 100 millones de euros no puede conducir a nada bueno a medio y largo plazo.

A Pep Segura, Robert y cía se le deben exigir recursos para agilizar salidas y ser más diligentes en las llegada. De la misma forma, a Valverde se le deben notar los galones de un doblete para que cuando solicite un perfil -pongamos, por ejemplo, el nombre de Iñigo Martínez- nadie le pueda toser y poner reparos. Y si lo hacen, que salga y lo cuente sin pudor.

Uno y otro tienen el deber de acreditar un proyecto con sello propio. Han tenido tiempo y millones para gestionarlo desde hace meses, así que toca exhibir realidades. El Barça lleva años vendiendo mal y comprando aún peor. Empecemos por lo básico y vayamos elevando el listón, pero sin excusas. Si Bartomeu llega con Griezmann, mucho mejor. De Bakero y su cantera, por ahora, mejor no esperar nada.