Valverde y el respaldo a su gestión

Valverde se acordó de los campeones de la Copa del Rey de básket

Valverde se acordó de los campeones de la Copa del Rey de básket / Jeff Pachoud

César L. Menotti

César L. Menotti

La renovación de Ernesto Valverde me parece que es una gran muestra de respaldo al entrenador. Lo siento como un mensaje de confianza en su trabajo. Ha recibido además el respaldo de algunos de los referentes del equipo. Y me parece saludable que su continuidad se haya producido antes de la definición de la llave de Champions, antes de que se conozcan los resultados deportivos. 

En los clubes grandes como el Barcelona lo que viene ocurriendo que son los resultados deportivos los que definen los plazos de los entrenadores en sus cargos. Y las renovaciones se producen a final de temporada. 

En este sentido, es que la directiva del Barcelona ratifica la autoridad del entrenador antes de la definición de los títulos, un respaldo muy importante para el trabajo de Valverde y su cuerpo técnico. 

Esa es la primera mirada. Pero una mirada más profunda me lleva a preguntarme porque si se confía en su trabajo, sólo renovó por un año. Y en una semana en la que Diego Simeone renovó por cuatro años.

El mensaje para el barcelonismo es positivo porque fortificar la autoridad del entrenador frente a los futbolistas, como lo viene realizando desde hace un tiempo. Pero esas convicciones hay que sostenerlas con resultados y respetando el estilo de juego.

Y es ahí donde me pregunto, más allá de renovar por un año, ¿qué sucedería con el entrenador si no se consiguieran los títulos por los que se está compitiendo? Porque al final de cuentas lo que revalida el trabajo del entrenador son sobre todo los logros obtenidos. Valverde acepta que su trabajo sea evaluado sobre todo bajo esas condiciones de los resultados.  

Es deseable que la incertidumbre sobre la solución a su continuidad ya despejada, sirva también para fortificar sus decisiones en el interior de la plantilla. 

El equipo no viene jugando bien. Consigue la victoria  porque se impone con sus individuales. Todavía no sabemos cuál es el verdadero Barcelona y nos ilusionamos con que el equipo aparezca en estas instancias decisivas. Todavía no aparece el mejor funcionamiento en virtud de la jerarquía de nombre que tiene el equipo. 

El equipo culé ha perdido el orden en la desesperación de conseguir el triunfo en los tiempos vertiginosos de la larga lista de partidos. Y no encuentra la respuesta al funcionamiento. Ha perdido a Arthur que da una templanza al equipo y acompaña a estar siempre atento. Aunque le falta más gol y llegadas. Veo muy bien a Aleñá cuando ingresa y creo que es bastante diferente al aporte que le hace Vidal, un jugador al que no puede reclamarle orden. 

El Barcelona vive bajo amenaza porque los perseguidores en La Liga, como el Atlético y el Madrid, siguen ahí, pese a los resultados. 

Con las certezas como la renovación del entrenador llega la hora de reorganizarse en la definición de los campeonatos. Y el equipo necesita recomponer el estilo.

Espero que nadie diga que lo único que importa es ganar por que eso es como que alguien diga que lo único que importa es respirar.  El Barcelona tiene el sello de la obligación de jugar bien para ganar. Y no puede desentenderse de esa responsabilidad. 

Llegó la hora de mostrar para qué está el Barcelona esta temporada si para ser candidato o para ser participante. Yo me ilusiono con ver un equipo con el juego y el carácter del Barcelona que quiere ganarlo todo jugando mejor.