Valverde por fin ha decidido hablar

El valverde tímido y escurridizo, que en sus dos primeros años en el Barça pasaba de puntillas sobre las preguntas, ha dejado paso a un entrenador valiente, que encara las preguntas complicadas y les da una respuesta directa y natural, sin ningún atisbo de incomodidad. Preguntado ayer sobre las declaraciones de Ter Stegen al terminar el partido contra el Slavia en las que dijo que “tenemos que hablar de algunas cosas…”,

Valverde le marcó ayer el terreno con una frase muy clara: “Si tenemos que resolver un problema, tiene que ser dentro”, una forma elegante de decirle al portero del Barça que no hacía falta hacer la autocrítica que hizo en público.  

Preguntado sobre los pocos kilómetros que corre el equipo en la Champions en comparación con otros equipos, Valverde también fue contundente: “Yo tuve un entrenador que decía que quien tenía que correr era el rival, y por cierto tiene una estatua aquí abajo”, en alusión a Johan Cruyff. Es una de las pocas veces en las que el actual entrenador blaugrana ha hecho referencia explícita al ideario del fundador del estilo.

Valverde, explícito

Y cuando se le preguntó por Ansu y Carles Pérez, Valverde fue también muy explícito, se le entendió que es probable que hoy tengan una nueva oportunidad y dejó claro que los quiere en el primer equipo y que no es partidario de momento de que bajen al filial: “Están en dinámica del primer equipo, esa es la idea”.

La cuestión es que las ruedas de prensa de Valverde, antes planas y previsibles, han pasado a ser muy interesantes y altamente ricas en mensajes directos, emitidos en clave externa e interna. Queda claro que después de dos temporadas enteras en el club e iniciada la tercera, Valverde ya sabe perfectamente de dónde le vienen las balas y sabe que tiene que marcar terreno.

Parece también evidente que el nuevo talante ante la prensa refleja fielmente su evolución como entrenador, también más intervencionista y atrevido de lo que había sido hasta ahora. Sí, Valverde por fin ha decidido hablar porque por fin se ha desmelenado.