Valverde no es el único culpable

Valverde es culpable del fracaso del Barça en la Champions. Pero no el único culpable. Las responsabilidades hay que repartirlas entre el banquillo, el campo y los despachos. Casi a partes iguales. Valverde falló en lo esencial: desvirtuó el estilo hasta hacerlo irreconocible. Aunque los fichajes que se han efectuado en los últimos años (y aquí la culpa es de la secretaría técnica) no le han ayudado. Al contrario. Desde Coutinho (recordemos, la incorporación más cara de la historia del Barça) hasta Boateng todo ha sido un cúmulo de despropósitos avalado, desde el silencio cómplice, por la directiva de Bartomeu. Y los futbolistas, los nuevos y los ‘viejos’, tampoco deberían irse de rositas. Porque, al final, los que juegan son ellos. Y lo han hecho mal. Muy mal. Algunos, claro está, peor que otros. Pero lo más fácil es cargarse al más débil. Y ese, siempre, es el entrenador. Hasta ahora.

La situación del entrenador ha dado un vuelco inesperado en 24 horas cuando parecía que todo lo tenía en contra. En el club ha imperado la tranquilidad que tantas veces se pierde en el mundo del fútbol para mantenerle, por ahora, en el cargo. Valverde ha fallado y su rendimiento en el banquillo está en estudio ante una próxima temporada que puede ser también complicada. Mantener al técnico con la rumorología y parte de la opinión pública en contra es un riesgo que Bartomeu parece dispuesto a correr. Valverde puede seguir, pero queda claro que el Barça debe corregir errores, muchos de ellos estructurales. Será un verano largo. Las decisiones solo acaban de comenzar.