Valverde entra con buen pie en el vestuario

Valverde ya ha planificado toda la semana

Valverde ya ha planificado toda la semana / FCB

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

La primera rueda de prensa de Valverde con el chándal de entrenador del Barça -bueno, eso del chándal ya es solo una frase hecha, ahora van con ropa de diseño que a veces parece un pijama- no ha podido ser más definitoria de lo que es y será el nuevo técnico azulgrana. Si Luis Enrique se apresuró a dejar claro que era un líder, a Valverde no le ha hecho falta decir nada para que quede claro que es un hombre de paz, que sabe que dirige un vestuario repleto de figuras y que a las figuras hay que dejarles espacio y tranquilas para que no se sientan incomodadas siquiera por una frase que no vaya en línea con lo que necesitan escuchar. Valverde no será un líder ni lo quiere ser, será, eso sí, un entrenador inteligente como para no ponerse en contra del interés común y, a la vez, competente para imponer su autoridad sin romper la unidad del grupo. Para entendernos, el nuevo entrenador es un hombre de paz y si hay guerras, las dirimirá de puertas adentro, que nadie lo dude.

LA ADAPTACIÓN. Su filosofía se resume en una declaración de intenciones: “Yo también tengo que adaptarme a mis jugadores”. ¡Genial!, no es una frase que acostumbren a decir los entrenadores recién llegados a un club y menos si el club tiene la resonancia mediática del Barça. Seguramente pensarán que es una manifestación de debilidad, que se supone que a ellos les han fichado para mandar, para que sean los jugadores los que se adapten a su método y no al revés. Y no, eso ya no se lleva. En el siglo XXI, “los sargentos de hierro” o los “místers látigo” son carne de cañón. No hay nada que fastidie más a los futbolistas que un entrenador que además de autoritario tenga un especial interés en que todo el mundo sepa que lo es. La adaptación ha de ir en los dos sentidos. Valverde ha entrado con buen pie en el vestuario, que al final es de lo que se trata. Si va de jefe con los galones por delante, tendrá a los jugadores a la defensiva y una guerra segura; en cambio, si les entra con diálogo y muestras inequívocas de que pueden mejorar juntos, el éxito estará más cerca. Me ha gustado eso de la adaptación. Y seguro que a Messi también.