Valverde, camino de ser el 'puto amo'

Casi sin hacer ruido, con su perfil discreto, humilde y nada temperamental, Ernesto Valverde nos ha llevado a estas alturas de temporada a las puertas de un triplete por el que muchos de sus colegas de banquillo matarían. Ahí tienen a Mourinho, hace meses de vacaciones tras ser despedido del Manchester United; a Lopetegui y Solari, también en el paro y viendo el fútbol por televisión; a Simeone yendo partido a partido pero estando sin Liga, sin Copa y sin Champions; a Tuchel conformándose con ganar la Liga francesa teniendo un PSG plagado de estrellas millonarias; a Kovac con su Bayern peleándose con el Borussia Dortmund solo por la Bundesliga y a Guardiola añorando, quién se lo diría, los tiempos de blaugrana.

Don Ernesto

Valverde, al que más que Txingurri deberemos empezar ya a llamarle Don Ernesto, está sorteando con éxito las toneladas de presión que conlleva sentarse en el banquillo del Barça. Como gran amante y aficionado a la fotografía es de suponer que la imagen que más ansía poder hacer y que le hagan es posar en el Camp Nou con los trofeos de la Champions, la Liga y la Copa. Como creo que el mismísimo Guardiola también suscribiría, lleva camino de ser el ‘puto amo’ y, quién sabe, si algún día el Barcelona deberá rendirle pleitesía y, como hiciera el Olympiacos griego, entregarle una placa con la inscripción: ‘Leyenda de por vida’.