La valentía de vender a De Jong

De Jong, durante el partido contra el Mallorca

De Jong, durante el partido contra el Mallorca / David Ramírez

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Frenkie de jong es uno de los mejores centrocampistas del mundo. Eso nadie lo duda. Y el Barça, hace unos años, acertó fichándole en una apretada puja final con el PSG. Estaba llamado a ser uno de los grandes pilares del fútbol blaugrana en el futuro, un jugador que podía marcar las diferencias con un estilo que no ofrecía dudas. Su incorporación ilusionó porque se trataba de un fichaje de entidad, de los llamados estratégicos por edad y proyección.

La realidad es que Frenkie ha ido mostrando a cuentagotas su enorme calidad. Tal vez se esperaba muchísimo de él, pero también es cierto que le ha tocado lidiar con la peor etapa deportiva del Barça en la última década y el neerlandés no ha podido abstraerse de los innumerables problemas de un proyecto que ha ido haciendo aguas hasta tocar fondo. Da la sensación que Frenkie podía, a partir de ahora, dar lo mejor de sí mismo en una plantilla mejor estructurada y con futbolistas de primer nivel en todas sus líneas, pero quizás no habrá la oportunidad de poder comprobarlo si, finalmente, sale traspasado a la Premier.

Lo más complicado en un club es tomar decisiones y, para ello, hay que ser valiente en momentos determinantes. Y el Barça está pasando por uno de ellos, con una economía destrozada por la famosa herencia, y una necesidad imperiosa de volver a la competitividad deportiva. En esa tesitura es evidente que por muy gran jugador que sea, el club debe sopesar si es conveniente vender a De Jong por 80 millones de euros o mantenerle en plantilla sabiendo que, quizás, aquí nunca será un jugador absolutamente determinante. Joan Laporta y su directiva lo retendrían con toda seguridad en otras circunstancias, pero ahora hay pocas dudas que una operación de este calibre puede ser interesante y hasta necesaria para construir el futuro del equipo y del club. 

No debe ser agradable tomar este tipo de decisiones, pero Laporta llegó a la cima del club para ello. Para retornar al Barça a lo más alto y eso está por encima de cualquier individualidad. La salida de De Jong, siempre que el jugador se muestre dispuesto a ello, seguro que ayudará a fichar a jugadores que en este Barça de Xavi sí pueden protagonizar un salto de nivel imprescindible. Y a pesar de los comentarios públicos, en el club tienen muy claro que De Jong debe salir para ayudar a entrar. El tiempo dirá si ha sido razonable o no, pero valiente seguro que lo es. Hay que tener confianza.