Vale, vale, pero que venga Koundé

Jules Koundé, el fichaje que Xavi quiere para marcar diferencias en defensa

Jules Koundé, el fichaje que Xavi quiere para marcar diferencias en defensa / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El caso Piqué entra en una dimensión en la que ya todos se han quitado las caretas. Xavi no cuenta con él y Piqué no quiere irse. Y como Laporta no puede echarle, no queda otro remedio que intentar recuperarle.

Ya ha empezado la campaña, la aceptación de bajarse el salario y las fotos entrenando para ponerse en forma... Vale, normal, el club está en desventaja y ya que no puede echarle en condiciones digamos razonables, lo mejor es tenerle medianamente contento a disposición del entrenador y evitar conflictos y malos rollos que puedan extenderse en el vestuario. Es lo inteligente, aunque el cuerpo y los aficionados les pidan otra cosa. A partir de ahí, lo que hay hacer es pensar con la cabeza y seguir adelante con el plan previsto. Al margen de Piqué, el Barça necesita fichar a un central de primerísimo nivel. Eso, segurísimo.

RENOVARSE O MORIR

Recogiendo el guante al propio Piqué, que tengan narices de traer al mejor central del mundo, que seguro que no será suplente. Analizando el caso bajo parámetros exclusivamente deportivos, la defensa ha sido este año un coladero y se precisa una intervención de auténtico calado. Un central indiscutible, no paños calientes low cost tipo Christensen. La cosa es tan grave y el nivel tan exiguo que este Piqué tan denostado ha sido de los pocos que han aguantado el tipo.

Se necesita más calidad y competencia. Xavi lo tiene claro y por eso ha pedido a Koundé. Y si por pasta no puede ser Koundé, que sea Koulibaly, pero que sea. Volviendo a Piqué, la cuestión es si se puede confiar en él. Promete dejarse de negocios, twiters y juergas. Vale, vale, pero por si acaso, que traigan al mejor del mundo. Y si Piqué le relega al banquillo, fantástico. Y si Piqué alcanza nivel para jugar al lado del mejor del mundo, más fantástico todavía.

Pero, repito, que traigan al mejor central del mundo. El Barça no puede fiarlo todo a las buenas intenciones de un jugador de 35 años que tiene un presente complicado, inquietante e incierto y absolutamente nada de futuro. Ya saben lo de renovarse o morir. No tener narices de traer al mejor central del mundo (o uno de los mejores), sería morir.

La clave: aunque confiemos en las buenas intenciones de Gerard, el Barça necesita al mejor central del mundo