Si las vacas quieren

Sergi Roberto, Busquets, Messi, Piqué y Laporta posan con la Copa del Rey

Sergi Roberto, Busquets, Messi, Piqué y Laporta posan con la Copa del Rey / FCB

Carles Sans

Carles Sans

Cómo ha cambiado el cuento en Can Barça respecto a hace unos cuantos años. Antes de que los magnates rusos y los jeques se hicieran con los grandes clubes de Europa, en España, el Barça y el Real Madrid se disputaban los mejores jugadores del mundo. Sabías que un equipo o el otro se llevarían algún jugador TOP de Europa o Sudamérica. Ahora, el Barça ya no es un equipo prioritario para muchos jugadores, el club ya no puede pagar lo que la avaricia de algunos agentes reclama y las condiciones fiscales de nuestro país tampoco lo convierten en un destino atractivo. Ahora el FC Barcelona entra en una nueva etapa protagonizada por un presidente que emana decisión y confianza. Según explicaba Lluís Mascaró en su artículo del miércoles, las vacas sagradas arrimarán el hombro para ayudar a esta junta a superar el Tourmalet económico que tiene por delante. Algunos de los jugadores, que según Mascaró están dispuestos ahora a bajarse el sueldo, no lo estuvieron cuando se lo propuso hace unos meses atrás el entonces presidente Bartomeu. Está claro que Laporta cuenta con el imprescindible apoyo de la plantilla, sin el cual, cualquier presidente puede darse por muerto, porque ya sabemos la fuerza de un vestuario cuando las cosas se tuercen. 

De momento no sabemos si Messi se queda. Este prolongado silencio a muchos les impacienta; sin embargo, hay quien dice que esto está hecho, que Messi ha dicho en privado que se queda y que las condiciones se contarán al detalle en su momento. Superado el obstáculo llamado Messi, importantísimo por cierto, nos queda otro paso importante: la salida de jugadores. Este es un asunto del que, personalmente, estoy muy interesado. El Barça casi nunca ha sabido vender bien. Cuando nos pagaron 222 millones por Neymar fue sin querer. Ahora veremos la capacidad de venta de quienes han de colocar jugadores que costaron un precio altísimo y ahora su valoración está a la baja. A pesar de todo, aunque ya no podamos fichar a Mbappé o Haaland, la ilusión del aficionado sigue alta, y confía en esta nueva dirección, que seguro que superará los obstáculos con más eficacia que la junta anterior; eso sí, porque las vacas sagradas quieren.