Una merienda indigesta

Quique Setién reconoció que el título se aleja tras empatar contra el Atlético

Quique Setién reconoció que el título se aleja tras empatar contra el Atlético / VALENTÍ ENRICH

Pere Mas

Pere Mas

Ya les aviso que en el momento de entregar estas líneas desconozco si el Barça le ha metido cinco goles al Atlético de Madrid o si los colchoneros les han asestado cinco a los azulgrana abriendo una crisis mayúscula. Crisis, esa maldita palabra que provocó una reunión el lunes por la tarde en casa de Setién con Bartomeu y la cúpula ejecutiva del club.

Soltó la liebre RAC1 explicando que habían asistido Òscar Grau, Javier Bordas y Eric Abidal y que le habían trasladado todo el “apoyo para afrontar el tramo final de la temporada” sin ultimátum alguno. Vamos, una especie de jinetes del apocalipsis pero en versión ángel anunciador del buen rollo. Coincidía con esta versión, por ejemplo, Alfredo Martínez que contaba en Onda Cero que no hubo ultimátum y que no se planteaban sustituirle por García Pimienta.

Contrariamente, Jordi Grau informaba en Esport 3 que si el Barça “decía adiós a la liga” Setién sería cesado mientras David Bernabéu remataba en Deportes Cuatro “no hay que descartar ningún escenario incluso que Setién no acabe dirigiendo el equipo en Champions”. O sea, que tenemos dos versiones radicalmente opuestas de una reunión “secreta” de cuatro personas, cuatro dirigentes que deberían saber guardar silencio pero que no se han mordido la lengua, en direcciones opuestas y para intoxicar. Imagínense como está el patio.