Una Francia rocosa con una efectividad extraordinaria

Kylian Mbappé logró el cuarto gol de los campeones

Kylian Mbappé logró el cuarto gol de los campeones / AFP

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Francia ha tomado el relevo de aquella selección alemana que, jugara como jugara, siempre acababa ganando. Esta generación de jugadores comandados por Didier Deschamps se ha mostrado sólida y solidaria en todo el campeonato, sin resquicios  y sin fisuras. Es muy probable que su fútbol no haya enamorado a los más puristas, pero sí que ha sido el más regular, apoyándose, principalmente, en cuatro pilares básicos. 

Un gran portero como es Lloris, que estuvo extraordinario en momentos clave (tendremos que entender su fallo en la final como una excepción), una defensa extraordinaria a la hora de cerrar espacios... ¡y goleadora! Ahí están los goles de Pavard (quizá el mejor del torneo ante Argentina), Varane y Umtiti. El tanto del central del Barça fue determinante para eliminar a, tal vez, la mejor selección del Mundial como ha sido Bélgica. También ha destacado en Francia un centro del campo con gran músculo y capacidad de trabajo, donde Pogba se ha reencontrado a sí mismo, acompañado por Matuidi y Kanté, dos magníficos escuderos que aportan trabajo, sobre a la hora de replegar líneas. Y arriba, por supuesto, dos jugadores determinantes como han sido Griezmann y Mbappé. 

Francia ni siquiera ha necesitado generar muchas ocasiones de gol para derrotar a sus rivales (Giraud, su delantero centro, no remató a puerta ni una sola vez en siete partidos), pero su porcentaje de efectividad ha resultado extraordinario.

Los ‘bleu’ han ganado la final sin haber hecho una buena primera parte, donde Croacia fue mejor y mereció irse al descanso yendo por delante en el marcador.

Sin embargo, un gol en propia puerta (precedido de una falta inexistente) y un penalti muy riguroso abrieron la puerta hacia el título, cimentado, eso sí, en un segundo tiempo magnífico donde Francia encontró la posibilidad de hacer lo que mejor ha hecho en toda la competición: las  transiciones. Con espacios, tanto Griezmann como Mbappé fueron letales.

Mbappé seguirá dando mucho que hablar porque a sus diecinueve años todavía le queda mucho por mejorar y años por delante para demostrarlo. Francia seguramente era la última de las favoritas dentro de la lista de aspirantes al título, pero fueron cayendo Alemania, España, Brasil, Argentina... y se quedó sola. No falló.