Una brisa no es una primavera

El Barcelona mejoró algunos aspectos frente al Villarreal, pero un partido no es concluyente para evaluar si Quique Setién encontró al equipo para afrontar lo que queda de la temporada y la Champions. Cabe decir también que el rival ofreció poca resistencia y que el equipo culé lo derrotó con comodidad. Todavía me da la impresión de que QuiqueSetién está en la búsqueda del equipo. Evidentemente que hubo algunas apuestas: ubicó a Sergi Roberto de interior izquierdo, puso a Messi libre y a Suárez y Griezmann como doble punta, en el regreso del francés a la titularidad.

Con este planteo, con Jordi Alba proyectándose por la banda izquierda y Sergi Roberto punzante por derecha, el equipo manejó mejor la amplitud del campo y el juego fue profundo. También estuvo más certero en la gestación de juego, tanto en campo propio como en campo contrario. Pero el equipo sigue mostrando dificultades en el retroceso cuando pierde la pelota. Bacca pudo haber marcado un gol más y emparejar el partido por las dificultades que exhibió el equipo blaugrana para retroceder en bloque y mantener las marcas.

Todavía es pronto para saber si esa es la mejor ubicación para Griezmann, quien hasta ahora no encontraba su lugar en el equipo, muy lejos además del rendimiento que había mostrado tanto en el Atlético como en su selección. El francés, hasta ahora recostado sobre la banda aportaba poco para el equipo, estaba obligado además en ir a buscar la pared y ofrecerse como opción de pase y estaba lejos de la zona de definición.

Además estaba comprometido a retroceder para colaborar en la contención en el mediocampo cuando el equipo perdía la pelota. Al ubicarse como doble punta con Suárez, el francés ganó en presencia en el área y el tridente fue más efectivo en el juego directo y en la búsqueda del gol. Su presencia amenazante complicaba la salida del rival mostrándose siempre como un peligro en el área. El gol llega desde una muy buena combinación en la que Jordi Alba se suelta para llegar al área y asistir al delantero galo.

Pero aunque mejoró, el Barcelona sigue teniendo añoranzas en el funcionamiento colectivo en el mediocampo. Con Messi tirado atrás, ayuda a la gestación de la jugada pero no lo veo tampoco jugar brillante. Ya desde el primer gol, que fue a los cuatro minutos, me dio impresión que el Villarreal estaba entregado. Hizo muy poco para someter al Barcelona y exponer sus carencias. La victoria siempre fortifica pero no es una garantía de que Quique Setién haya encontrado el rumbo para salir de esta difícil situación cuando el Real Madrid en la Liga ya le sacó una cabeza en la tabla de posiciones. La victoria es una brisa alentadora, sobre todo en el cómo se llevó a cabo y porque Griezmann pareciera haber encontrado su utilidad en el equipo.

Pero es muy pronto para saber si es el punto inicial de la recuperación del equipo o solo el resultado favorable en un partido, por que el Villarreal no ofreció casi resistencia al juego del Barca. Setién viene luchando por encontrar el equipo. Y a Griezmann se lo vio mejor e incluso facturó un gol, lo cual es un buen augurio. Pero lo mejor que hace hasta ahora el equipo culé tiene que ver con la solidez de su arquero, Ter Stegen y los cuatro del fondo. De ahí en adelante, al Barcelona le cuesta la gestación de la jugada y hacer las transiciones rápidas para llegar con peligro al arco rival. No ha encontrado todavía en el medio campo a los mejores intérpretes y ahí es donde son claves la función que desempeña Busquets en la transición defensa ataque, y la de Messi como el as de espadas. 

Busquets cada vez que camina la cancha y toma decisiones me recuerda cada vez más a Pep Guardiola. Tiene la cancha en la cabeza y es clave en el funcionamiento del equipo. Pero le falta acompañamiento. Es alentador lo que ha mostrado hasta el momento Riqui Puig pero hay que ver todavía su evolución con el correr de los partidos.Con Suárez recuperado, Griezmann que empieza a encontrar su lugar y Messi el equipo ganó muy cómodo imponiendo su jerarquía. Pero todavía debe seguir ajustando el funcionamiento para seguir manteniendo el pulso al Real Madrid y para cuando encare los duelos decisivos de Champions. Por ahora, la victoria ante el Villarreal por las formas es una brisa de aire fresco. Falta aún para saber si el equipo encontró su primavera.