Umtiti, Coutinho y otros dramas

Samuel Umtiti, durante una sesión de entrenamiento

Samuel Umtiti, durante una sesión de entrenamiento

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Van pasando los días y la operación salida está embarrancada. Técnicamente, hoy, 1 de julio, ya es otra temporada, pero del Camp Nou solo han salido jugadores menores, con fichas intrascendentes, que ni siquiera estaban en el primer equipo o que si lo estaban, eran jugadores fantasma, como ese Matheus Fernandes que jamás se llegó a presentar.

No hay noticias sobre futbolistas importantes con fichas fuera de mercado, ya ni siquiera digo vacas sagradas en el término estricto de la palabra, es decir presuntamente intocables por su jerarquía y hoja de servicio. Digo jugadores tipo Coutinho, Umtiti, Sergi Roberto, Pjanic, Dembélé, aunque con Ousmane la noticia es que después de su lesión no habrá nada que hacer. Ahí sí que hay tela que cortar, muchos millones que ahorrar sin que el rendimiento deportivo se viera afectado. 

Ni la solución Suárez

Lamentablemente, no podemos esperar buenas noticias en el sentido de ingresar cantidades considerables por sus traspasos. Primero, porque se han devaluado; segundo, porque habrá muy pocas ofertas, por no decir ninguna, y tercero, porque la mayoría (de este grupo tóxico quiero salvar a Sergi Roberto, que no haya malas interpretaciones), ya ha demostrado que están muy a gusto disfrutando del clima de Barcelona a costa de las irresponsables fichas que Bartomeu les firmó.

Y como el fútbol está montado de manera que los jugadores y sus representantes tienen la sartén por el mango, pues de aquí no se va a mover nadie ni nadie se va a bajar el salario, a no ser que encuentren a otro incauto que se haga cargo de su dolce vita. Y así, mientras el Barça se topa ante una pared que no escucha ni siente con Umtiti y Coutinho, básicamente, dos años ambos de contratazo por delante, ni siquiera la mala solución Suárez sería solución.

Regalarlos para que se vayan, incluso pagar parte de su ficha, ya saben. Pero ninguno de los dos, ni de los otros que sobran, es Suárez, que tenía caché y mercado. Y si hubiera que pagarles dos años para rescindirles, sería una ruina. Y si les presionas con dejarles en la grada, pues me temo que no van a preocuparse demasiado. En fin, un drama.