El último cuarto sentenció al Barça

Heurtel, en una acción del encuentro

Heurtel, en una acción del encuentro / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Faltó concentración al final

Una auténtica lástima. Saras preparó a conciencia el partido buscando que el Madrid no pudiera correr, y logrando que Tavares no fuera la pieza decisiva de otras ocasiones. Tampoco Campazzo, a lo largo de los tres primeros cuartos, pudo en ningún momento con Calathes. Mientras que uno, el madridista, buscaba el juego individual, el blaugrana lograba que los suyos se movieran con criterio bajo sus órdenes. La sensación era que el Barça conseguía colapsar el habitual juego alegre de su rival, y era además quien marcaba el ritmo del juego. La opción de jugar 2x2 entre Mirotic y Davies cuando Tavares estaba en pista dio sus frutos.

La respuesta de los de Laso vino, en los primeros 30’, de la mano de la pareja Deck-Abalde. Pero todo cambió en el definitivo cuarto. Calathes cometió 4 faltas personales seguidas y se fue del partido. No puede un jugador de su nivel cometer un error semejante. El base, perdió totalmente la concentración y Campazzo lo aprovechó. El Barça pasó de dominador a dominado. Y el arbitraje, en esta fase final, dejó mucho que desear en acciones donde los blancos metieron un sinfín de manos, en situaciones clave, sin ser penalizados.

Rotaciones significativas

Poco a poco Jasikevicius está mostrando sus preferencias. Ante el Madrid observamos que no le importa jugar con Smits como único hombre alto para así desequilibrar a Tavares. También vimos que, en general y de momento, Claver está teniendo menos protagonismo que en temporadas anteriores.

Ya le va bien al técnico jugar con dos bases y Abrines o Hanga de tres. Como siempre, Oriola se desgasta en la pista, pero a la hora de la verdad el duo Mirotic-Davies está en pista. Uno de los grandes beneficiados con la llegada de Saras es Bolmaro. Está teniendo muchos minutos, casi más que Heurtel, aunque en las situaciones críticas juegue el francés. Podemos observar en los tiempos muertos el control que Jasikevicius tiene sobre los sistemas y la manera de ejecutarlos. No deja nada al azar, y quiere que sus pupilos hagan lo que les dice. El Barça salió derrotado, pero con la sensación de que fueron sus propios errores los que les dejaron sin opciones. Hay tiempo para mejorar.