El último año (ejemplar) de Jordi Alba

Jordi Alba frente a Hugo Mallo en el Barça - Celta de Vigo

Jordi Alba frente a Hugo Mallo en el Barça - Celta de Vigo / Javi Ferrándiz

Albert Masnou

Albert Masnou

Jordi Alba ha protagonizado el último año de su carrera en el Barcelona de forma ejemplar. Ha sido la temporada que menos ha jugado, que menos asistencias ha dado y que menos trascendencia ha tenido en el juego, pero no todo en el fútbol puede valorarse con números y estadísticas.

Como capitán que es, Alba ha sabido aceptar su nuevo rol con dignidad, con deportividad y, sobre todo, sabiendo su rol en el equipo para ayudar a los compañeros que estaban en el campo.

No es fácil este cambio de chip después de ser titular en todos los equipos durante tu carrera deportiva, después de ser considerado como el mejor lateral izquierdo que ha tenido la entidad a lo largo de su historia. Alba ha sido buen deportista y el barcelonismo solo puede aplaudirle porque... ¿Cuántas veces hemos visto a un crack pasar a un segundo término y acabar siendo mal compañero? ¿Tener malos gestos con el entrenador de turno o con el rival directo que le está quitando el sitio?

El deporte, y el fútbol en particular, está repleto de casos. Alba no ha sido así. Alba ha hecho gala de su barcelonismo para desear, ante que nada, las victorias de su equipo. Y ayudar en lo que fuera.

Por todo ello, él y Busquets, deben ser despedidos hoy con todos los honores.