La puñalada de Neymar a Wagner Ribeiro

Wagner Ribeiro es el personaje más execrable del entorno de Neymar Jr. Desposeído de cualquier función dentro del organigrama empresarial de la familia da Silva Santos, Ribeiro, que fue agente del jugador hasta 2011, se ha convertido en una figura decorativa, que hace de “asesor deportivo” no remunerado de Neymar padre.

Sus traiciones entre 2011 y 2013, le costaron una millonada al Barcelona. Con el beneplácito de ‘o pai do craque’, que jugaba a dos bandas, Ribeiro se dedicaba a filtrar al Real Madrid cada acuerdo que se llegaba con el Barça, con el fin de encarecer la operación (y por tanto las comisiones legales a ser pagadas). El Barcelona lo ninguneó pero se equivocó al no obligar a Ney Senior a romper con él.

Ribeiro andaba desterrado, olvidado y viviendo sus horas más bajas. Condenado en Brasil a cinco años de cárcel por evasión fiscal, se desmarcó semanas atrás de Neymar al asegurar que ya no tenía nada que ver con él. Pero, sorpresa te de la vida, ahora que el extremo brasileño se va al PSG, aparece como un elefante en una cacharrería y se vende como el hombre clave que  maquinó desde la sombra todo su fichaje por el club propiedad de Qatar Sports Investments (QSI). Mentira.

El agente es lo que en su país se conoce despectivamente como un ‘papagaio de pirata’, o sea, alguien que no pinta nada, pero que aparece siempre muy bien posicionado en todas las fotos. Y es lo que se ha dedicado a hacer exactamente estas últimas 48 horas. En la guerra abierta con el Barça, tal vez, papá Ney pensó que sacarse del baúl de las telarañas a una figura histriónica como Ribeiro encabritaría al club que le ha congelado el pago de los 26 millones de la renovación de su último contrato (que quiere romper unilateralmente).

Ribeiro vive sus horas de gloria, dándoselas de milhombres. Lo que Neymar no le ha explicado es que su único jugador en el PSG, Lucas Moura, tiene las horas contadas, por expreso deseo del ex integrante del tridente. Ambos eran inseparables en su etapa en Brasil, uno como estrella emergente del Santos y otro del Sao Paulo. No se sabe cómo y por qué, pero la vajilla se rompió.

Ney se la tiene jurada a Moura y no lo quiere ver en pintura en el mismo vestuario. Ribeiro ha hecho oídos sordos al PSG, que lleva semanas invitando a cambiar de aires a su representado. El agente brasileño igual piensa que Neymar le salvará la cabeza. Pues va a ser que no.

Maxwell, que hace de director deportivo de los parisinos, ya lo ha ofrecido al United de Mourinho, a la Roma de Monchi y al Liverpool de Klopp. Nadie ha mordido el anzuelo. Moura, sin embargo, está sentenciado y antes que termine el período de contrataciones acabará fuera de París, por expreso deseo de Ney, que, con mano dura, ya empieza a disfrutar de las prebendas de liderar un proyecto deportivo.

Ney se pidió al bueno de Dani Alves, que ya está a París, a Philippe Coutinho, que terminará en el Barça, pero, al mismo tiempo, quien encabeza su particular lista de bajas es otro compatriota: Lucas Moura, el pupilo de Wagner Ribeiro.