La UEFA tiene que poner coto al loco mercado de verano

Griezmann, al Atlético

Griezmann, al Atlético

Toni Frieros

Toni Frieros

Hemos asistido a un esperpéntico mercado veraniego de fichajes. Y no me refiero únicamente al ‘show’ que vivimos con la triple operación de última hora con Saúl (Chelsea)-Griezmann (Atlético)-De Jong (FC Barcelona). Me refiero a la norma de la UEFA que permite que la ventana esté abierta hasta muchas semanas después de que hayan dado comienzo todas las Ligas europeas. Eso, sencillamente, es una aberración, un sinsentido. Debería cerrarse el último día que comenzara la primera Liga europea. Así evitaríamos, entre otras muchas cosas, la imagen de Griezmann con la camiseta del Atlético cuando las tres primeras jornadas las jugó con el Barça.

QUEJAS

Los clubs de la Premier League ya pusieron el grito en el cielo hace unos años porque en Inglaterra la ventana se cerraba cuando empezaba su Liga. Clubs extranjeros podían fichar a sus jugadores, pero ellos no podían reemplazar esos fichajes porque lo impedía su propio mercado. La solución que impuso la UEFA fue implantar una ventana única para todo el mercado europeo. Tengamos en cuenta que las competiciones domésticas de la pasada temporada bajaron la persiana la tercera semana del pasado mes de mayo, en el caso del FC Barcelona el día 22 en el estadio del Eibar. ¿Realmente no es tiempo suficiente para planificar una plantilla, conceder bajas y hacer fichajes?

Gran parte de esas decisiones se toman mucho antes de que acabe la temporada oficial. Los entrenadores y sus respectivas secretarías técnicas ya saben más o menos de qué jugadores van a prescindir y qué posiciones tienen que reforzar. Ese es su trabajo durante todo el año y no es de recibo esperar al último día del mercado para hacer cambios, algunos de ellos estrambóticos, porque se venden delanteros y se fichan defensas. Denota improvisación y eso no se le puede permitir a ningún club tan profesionalizado. Y mucho menos cuando existe la llamada ‘ventana de invierno’, opción que a los pocos meses te permite corregir los errores o las deficiencias que pueda tener tu plantilla.

Este es un ‘invento’, una forma de proceder que se ha puesto de moda en los últimos tiempos y que no tiene nada que ver a como se comportaban los clubs históricamente. En el Barça, por ejemplo, los fichajes ya estaban cerrados para ser presentados el día del Gamper. Esa noche era la gran puesta de largo de los nuevos. Habría que encontrar un punto medio entre aquella forma antigua de proceder y la actual, absolutamente desbocada. Este verano el caso del FC Barcelona ha sido muy especial y seguramente diferente al resto de clubs porque han influido razones de índole económicas para prescindir de determinados futbolistas.

Sin embargo no logro explicar cómo los entrenadores no se quejan por tener que hacer toda la pretemporada con algunos futbolistas, que después son incluso titulares en los primeros partidos de Liga (Emerson y Griezmann, por ejemplo), y al día siguiente ya no los tengan en su plantilla. Y que por contra, te traigan a un jugador que ni conoce a la plantilla, si sabe cómo juega el equipo y al que debes enseñarle todos los mecanismos y tácticas. Es decir, que cuando por fin se adapte, dentro y fuera del campo, ya ha pasado media temporada. Al fútbol actual, en algunas cosas, le falta sentido común. Y esto del mercado de verano es una de ellas.