El triunfo de la ilusión eslovena

Sin paliativos. No hubo color. Eslovenia destrozó a la selección española. Desde el inicio del encuentro, los eslovenos jugaron a un ritmo que sobrepasó a los españoles. Los de Scariolo fueron incapaces de igualar la energía de sus rivales y, mucho menos, las ansias de victoria que demostraron. Los eslovenos plasmaron su superioridad en todos los aspectos.

Defendieron mejor, fueron más rápidos en las transiciones y, en ataque supieron siempre lo que tenían que hacer. Además estuvieron muy acertados, en especial desde la línea de tres, y su carácter sobre la pista fue determinante. El abultado marcador lo dice todo. Un equipo acostumbrado a jugar descarado en ataque se encontró con un adversario que le dejó hacer. Demasiadas facilidades. Esta derrota tan abultada no entraba en el guion español. Yo creo que nadie se esperaba un correctivo semejante.

TRABAR EL PARTIDO

TRABAR EL PARTIDO

La lección de juego que ofrecieron hombres como Dragic, Doncic, Prepelic o Randolph fue espectacular. Sin olvidar, eso sí, a un Vidmar estelar. Con un básquet alegre, sin concesiones, jugando abiertos y desbordando en el 1x1, acabaron caricaturizando a la selección española. Por otra parte, los continuos 2x2 y continuación, o bola doblada al lado contrario, fueron una pesadilla para su rival.

Scariolo fue incapaz de mostrar un antídoto a lo que se le vino encima. La táctica de trabar el partido ayer no se vio en momento. Una tímida zona, tardía ya que Eslovenia ganaba entonces de 20, fue la única respuesta táctica de la selección. Nadie se planteó que si esta alternativa defensiva se hubiera implementado antes, puede que la superioridad de los exteriores eslovenos no hubiera sido tan determinante. Una noche en la que, ni los Gasol ni los bases, salieron al rescate de los suyos