Tras las risas, toca ponerse muy serio

Luis Suárez

Luis Suárez / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Es verdad que no es demasiado sano eso de reirse de las desgracias ajenas. Ni tampoco muy ético. Pero durante los últimos díez días, los culés no han podido reprimir las carcajadas a costa de la crisis del Madrid. El triple KO blanco en Copa, Liga y Champions, la destitución de Solari y el sorprendente regreso de Zidane -solo 284 días después de su espantada- han dado para innumerables chistes (mi mujer tiene el móvil a reventar de memes) e interminables tertulias de bar y de gimnasio. Pero hoy toca ponerse serios. Porque el Barça se juega su futuro en la Copa de Europa.

Y no hay espacio para muchas bromas después de tres temporadas consecutivas de fracasos continentales. El equipo de Valverde está obligado a superar al Olympique de Lyon para meterse en cuartos de final. Cosa que no han conseguido, de momento, dos ‘grandes’ como el Madrid y el PSG. Así que cuidado, mucho cuidado. Confianza cero. Concentración máxima. La única consigna posible para el partido de esta noche en el Camp Nou es ganar, ganar y ganar. Quedar eliminados sería una tragedia futbolística para un equipo y una afición que están más ilusionados que nunca con el triplete.

Hasta ahora el Barça ha hecho las cosas muy bien en la Liga (lleva 7 puntos de ventaja al Atlético y 12 al Madrid a 11 jornadas del cierre del campeonato) y en la Copa (ya está en la final, donde se enfrentará al Valencia). Pero el gran sueño de esta campaña es la Champions. Ya lo dijo Messi en su primer discurso como capitán blaugrana: los jugadores quieren reconquistar "esa copa tan linda y tan deseada". Y no pueden repetirse los errores de los últimos tres años. El 0-0 en Lyon (en un buen partido de los blaugranas, por cierto) lo dejó todo abierto para la vuelta de esta noche. En el Camp Nou, el Barça no puede fallar. Las risas de estos últimas diez días se convertirían en llanto.