Traición y venganza: el culebrón de un fichaje fallido

El frustrado fichaje de Nico Williams podría convertirse en una serie de televisión: traición y venganza. Traición del jugador vasco, que utilizó al Barça para mejorar su contrato, y venganza del Athletic, que se salió con la suya aunque pague el gusto y las ganas. Los protagonistas blaugranas han quedado retratados. Deco se dejó engañar. Laporta se dejó convencer. Lamine se dejó llevar. El guion del culebrón está escrito por un malvado. La afición culé se lo llego a creer, los vascos lo dieron por perdido. El Barça ha tropezado dos veces en la misma piedra que es tanto como reconocer que las cosas se hicieron mal. Nunca hay que poner la ilusión por delante de la realidad.

El tiempo dirá quien ha salido beneficiado de este enredo. En el futbol no hay verdades absolutas ni apuestas infalibles. Todo es fugaz y relativo. Con este paso en falso el Barça no ha perdido nada, simplemente se ha escapado un buen jugador. Lo importante ahora es conseguir el objetivo de encontrar un refuerzo de garantía para potenciar la delantera. Nico era el número dos de la lista pero ahora mismo fichar al número uno parece casi imposible. El colombiano Luis Díaz colmaría los deseos de Flick y haría olvidar al pequeño de los Williams.

Pero la trágica muerte de Diogo Jota complica la operación, la hace inviable en los momentos de dolor que vive el Liverpool. El campeón de la Premier ha perdido un delantero y no puede prescindir del mejor compañero de Salah. Si el fichaje ya era complicado y caro hace un mes, hoy lo es mucho más en un país donde no hay cláusulas de retención y el precio de los traspasos se marca en función de las circunstancias y el momento. El colombiano tampoco parece decidido a forzar la situación, si le mejoren el contrato se quedará encantado.

Deco tendrá que buscar otras alternativas y en este sentido el inglés Marcus Rashford, tercero de la lista, levanta más dudas que certezas. No triunfo en el Manchester United, el Aston Vila no ha ejecutado la opción de compra después de jugar cedido en el equipo de Emery la última temporada y su futuro está en el aire. Es un jugador de nivel pero irregular, brillante pero poco constante. Más bien parece un fichaje del pasado, cuando se buscaba un nombre para cubrir el expediente. Lograr la cesión sería una opción con menor riesgo económico. Una vía a estudiar.

La lección que debe sacar el Barça de esta negociación fallida es que hay que hablar menos y hacer más. Las declaraciones fuera de lugar complican los fichajes y en el caso Nico las relaciones estaban envenenadas desde el año pasado. El único que ha salido ganando en este culebrón es el jugador que ha mejorado considerablemente su ficha hasta el punto que su nuevo contrato es mejor incluso que el que le ofrecía el Barça.