Torbellino Saras

Saras, dando instrucciones a Smits, durante el partido

Saras, dando instrucciones a Smits, durante el partido / EFE

Ramon Palomar

Ramon Palomar

He tenido la suerte de vivir de cerca el título de Copa del Barça y hacerlo además, a pocos metros del banquillo azulgrana. Y ver cómo se maneja Sarunas Jasikevicius en la banda, ya es un espectáculo en sí mismo, independientemente de lo que suceda en la pista. Vive los partidos con una intensidad fuera de lo común, no duda en recriminar a sus jugadores a grito limpio si algo no ha funcionado en la pista, y se gira a los que están en el banquillo para seguir con sus quejas y tratar de rectificar lo sucedido con los que están fuera. Vamos, un ‘torbellino’ de emociones e indicaciones durante los 40 minutos, y que los jugadores aguantan estoicamente. Saben que cada argumento que les presenta a grito pelado, no tiene contestación posible. Saras es el líder del barco azulgrana y hay que seguirle a muerte. El resultado de esa exigencia ha dado sus frutos. Aunque a la hora de celebrar, como ya dijo él mismo, es el mejor. Tan intenso en el trabajo como en el éxito. Así es Saras.