Toque de atención al fútbol español

Eric Garcia estuvo muy cerca del Barça este pasado verano

Eric Garcia estuvo muy cerca del Barça este pasado verano / sport

Jordi Cruyff

Jordi Cruyff

Sé que es un debate impopular. Especialmente en este momento de crisis económica, política y social en España. Pero el último mercado de fichajes ha sido un fiel reflejo de un problema que afecta al fútbol español en los últimos tiempos y que tendrá consecuencias duraderas si no se pone remedio. Me refiero al clima fiscal, que ha situado a La Liga en clara desventaja con sus competidores europeos, especialmente Italia e Inglaterra, con facilidades tributarias que ofrecen un mayor margen de maniobra en las negociaciones de traspasos.

España sigue siendo un foco de atención para las grandes estrellas, por su manera de jugar al fútbol y su estilo de vida. Pero acabará perdiendo su estatus si ya no puede competir económicamente. Hoy en día, los salarios de los futbolistas se negocian en neto y hay diferencias incluso abismales según el país donde les toque. Si un jugador gana 10 netos, un club español tendría que invertir cerca de 20 brutos mientras que un italiano del sur del país podría llegar a pagar apenas 12. No es lo mismo el bruto que asumió la Juventus por fichar a Matthijs De Ligt que el desembolso que hubiera supuesto para un club español. Si la diferencia que ofrece un equipo español es sensiblemente inferior porque no puede asumir un sueldo bruto elevado, los jugadores empiezan a pensar que su carrera es corta y que toca elegir un escenario más racional que idílico. Es la ley de la oferta y la demanda. Cuando un mercado crea el hábitat adecuado, se lleva la palma.

Soy plenamente consciente de que es un asunto incómodo y moralmente difícil de asumir. La gente está en su derecho de exigir más al que más gana. Es un argumento más que válido. Pero en ese caso tenemos que asumir que, si el fútbol español pierde atractivo y altura en el ranking del fútbol mundial, perderán también los ingresos televisivos y, en consecuencia, la recaudación tributaria. Porque además se trata de un activo económico y social con ramificaciones en varios sectores.

Indudablemente el Covid-19 ha hecho mella en el mercado y también ha acentuado las carencias económicas de los equipos españoles. El Barça ha salido aún más perjudicado porque venía de una situación precaria. Entiendo que a veces es mejor librarse de una ficha que mantenerla en tu cuenta bancaria. Pero si permites que la prensa se haga eco de una operación salida revolucionaria, es lógico que los pretendientes estén al acecho hasta el último momento para llevarse al jugador de turno a la baja. Eso juega en tu contra. Se ha buscado cuadrar números por encima de todo.

Que un fichaje por un chico joven como Eric García no haya fructificado por una diferencia de dos millones es un indicador de la seriedad de la situación. Es evidente que faltan jugadores en posiciones clave y que se echarán en falta si vienen mal dadas. También es cierto que el Real Madrid también ha permitido muchas salidas y no se ha reforzado, pero cuenta con la tranquilidad de haber ganado la liga y mantiene el bloque de su plantilla. El riesgo es mayor en Can Barça.