Todos son responsables, no solo los jugadores

La derrota en la final de Copa profundiza la herida de Anfield porque confirma los síntomas

Imágenes de la decepción de los jugadores del FC Barcelona tras perder la Final de Copa del Rey ante el Valencia en el estadio Benito Villamarín, Sevilla.

Imágenes de la decepción de los jugadores del FC Barcelona tras perder la Final de Copa del Rey ante el Valencia en el estadio Benito Villamarín, Sevilla. / Javi FERRÁNDIZ - SPORT

Ernest Folch

Ernest Folch

La derrota en la final de Copa profundiza la herida de Anfield porque confirma los síntomas. Es cierto que el equipo en general mejoró las prestaciones de Liverpool (muy difícil tampoco era)  pero su nefasta primera media hora y algunos errores de bulto ratificaron la parálisis en la que se encuentra la plantilla. La Copa debía servir para curarse de Anfield y lo único que ha hecho ha sido ahondar en el diagnóstico. Hay quien tiene mucha prisa en señalar culpables concretos, quizás para que otros no sean acusados, pero lo cierto es que la crisis tiene muchas causas y responsables en todos los estamentos del club.

Es cierto que los jugadores, como reconocieron el día anterior Messi y Piqué, tienen una parte enorme de responsabilidad: el cuarto gol de Anfield es uno de los despistes más graves y ridículos que se recuerdan, y muchos jugadores clave han ofrecido un pésimo rendimiento en el momento clave del curso. Titulares como Rakitic, Alba o Busquets han terminado la temporada en un estado de forma deplorable, por no decir nada de Coutinho, el futbolista más caro de la historia del Barça, un espectro de lo que debía ser, incapaz de devolver la confianza que ha puesto en él Valverde.

Ahora bien: hay a quien se le ha ido la mano la cruzada contra los futbolistas y ha acusado a Suarez de borrarse del partido. Ayer el jugador uruguayo aclaró que su operación se debe a una lesión que sufrió en Anfield que nada tiene que ver con los problemas que arrastraba en el cartílago, algo que le exculpa de haber tomado una decisión arbitraria para perderse una final. Es cierto que él mismo es responsable del malentendido por no haberlo aclarado antes, pero queda claro que las acusaciones de que se borró son infundadas. Y es que los jugadores no son culpables de que el club haya fallado estrepitosamente en los fichajes, empezando por el suplente de Suárez, Prince Boateng, que descansará en el museo blaugrana de los horrores.

Que nadie se engañe. Son todos culpables, absolutamente todos. También Valverde, que por ejemplo arriesgó alineando absurdamente a Dembélé a cuatro días de Anfield. También los directivos que claman a favor del estilo cuando se reúnen con periodistas amigos pero luego no han sabido defender a la cantera donde tocaba. Y también Bartomeu, responsable último de la endémica falta de liderazgo en el club, de los vaivenes en la secretaría técnica, de la marginación de la cantera y del excesivo poder de los jugadores. No vale señalar solo a unos para exculpar a otros.