Todos los culés son hoy del City de Pep

Guardiola y Zidane en el momento en el que se saludaron

Guardiola y Zidane en el momento en el que se saludaron / EFE

Lluís Mascaró

Cinco meses después vuelve la Champions. Y lo hace esta noche con un enfrentamiento apasionante entre el Manchester City de Guardiola y el Madrid de Zidane. Un duelo entre el eterno aspirante a ser campeón y el rey de la Copa de Europa. Un cara a cara dos entrenadores que se respetan tanto como se admiran. Con un marcador de la ida (1-2 en el Bernabéu) que hace muy favoritos a los ingleses, pero con el temor a lo que sean capaces de hacer los blancos en el Etihad Stadium. Aunque sin Cristiano Ronaldo (ahora en la Juventus) y sin Sergio Ramos (sancionado) el Madrid provoca mucho menos miedo en su competición fetiche. 

Como no puede ser de otra forma, los culés estarán muy pendientes de este encuentro. Por lo que significa Pep para el barcelonismo pero también por lo que supondría la eliminación (o no) del conjunto de Zidane. El Barça, que juega el sábado contra el Nápoles (también con el cartel de favorito después del 1-1 de la ida en San Paolo), sabe que el rendimiento del Madrid siempre acaba afectándole. Para bien o para mal. La teoría de los vasos comunicantes no solo es válida para la Liga. También en Europa el ‘marcaje’ entre blaugranas y blancos es constante. En los últimos años, el Barça ha salido claramente perdiendo en la comparativa: el Madrid ha ganado cuatro de los últimos seis títulos (tres de ellos consecutivos) por solo uno de los culés. 

Hoy, más que nunca, una eliminación del Madrid es una victoria del Barça. Hoy, más que nunca, todos los culés son del City de Pep. Porque si el Madrid ya está fuera de la carrera por la Champions, los blaugranas podrán afrontar el partido de mañana en el Camp Nou con mucha más serenidad. Porque si el Madrid queda KO, el Barça se libra de cruzarse con el equipo de Zidane en unas hipotéticas semifinales a partido único. Y, sobre todo, porque cuanto antes quede eliminado el Madrid, antes se acabarán las posibilidades de que pueda conquistar su decimocuarta Copa de Europa. Que ya son demasiadas...