El tío, el exagente, el seleccionador...

Griezmann celebra con Messi el tanto del galo ante el Betis

Griezmann celebra con Messi el tanto del galo ante el Betis / AFP

Albert Masnou

Albert Masnou

El tío, el antiguo agente, el actual seleccionador, el padre... una concatenación de personas del entorno de Griezmann están lanzando mensajes para recalcar la infelicidad de Antoine en el Camp Nou, de su difícil convivencia con Leo Messi (cuya relación definen como “terror” o “infierno”) o de su inadecuada posición en el sistema de Koeman. Curiosamente, siempre ocurre cuando el jugador va a Francia, como quisiendo justificar de que la estrella de la selección no brille en el Camp Nou.

La postura inquietante de su gente contrasta con la del propio jugador que tras el episodio inicial del confentti, y de eso ya hace mucho, no se le recuerda ninguna salida de tono. Todo lo contrario. Ha asumido un perfil bajo que también le ayuda a disimular los diversos errores que ha cometido, especialmente en los últimos partidos. Sobre todo se tratan de fallos en los metros finales porque nadie, o pocos, discuten su implicación en el juego, en otras labores más oscuras. Es evidente que no es un killer por eso cuando está ante el portero en vez de reventar la pelota la pica o la coloca.

Griezmann entró con mal pie en Barcelona y desde entonces no ha logrado revertir una situación adversa. El francés, que llegó para tocar el cielo llegando al Camp Nou, va dando pasos atrás. El Barça no puede dejarle caer porque los éxitos de esta temporada dependerán en gran parte de su capacidad para brillar o, si no es brillar, de su capacidad para estar a la altura. Y esto quiere decir transformar las ocasiones que dispone. Griezmann llegó a un equipo que no le necesitaba, pero hoy necesita tanto a sus compañeros como ellos a él. Así pues, sería bueno que unos y otros (entorno todos) aparcásemos los lamentos para beneficio del equipo.