Tiene mérito cerrar ahora los fichajes

La determinación del Barça por lograr sus objetivos de mercado está a un paso de fructificar de forma sorpresiva en un mercado que se temía por parte de todos los clubs.

El área deportiva del equipo blaugrana ha conseguido avanzarse a sus competidores y, trabajando casi en el fango, ha abierto una brecha que dejará casi cerradas las llegadas de Pjanic y Lautaro Martínez, dos futbolistas muy deseados por los grandes clubs europeos y que están prácticamente atados.

Lo curioso del caso es que el Barça ha negociado y casi acordado estas incorporaciones en plena crisis del coronavirus, mientras otros siguen agazapados y asustados sin atraverse a realizar movimiento alguno. 

Siempre lo tuvieron claro: fichar ahora significaba mucho sacrificio, pero los actuales precios no se asemejarán en nada a lo que pueda pasar si acaban volviendo las ligas y los millones aparecen, de nuevo, en las cuentas bancarias de los clubs.

Estrategia clara

El Barça siempre ha trabajado con la prioridad absoluta de firmar a un delantero centro y la operación Lautaro se ha ido fraguando a fuego lento. No está cerrado, pero sí encauzado. Al igual que Pjanic.

Y todo ha sido posible por ganarse la complicidad de unos futbolistas que contaban con muchas ofertas encima de la mesa. Los fichajes, además, se cerrarán mediante salidas deseadas, por lo que el club aligera plantilla y se refuerza.

Con lo más importante hecho, el resto de la planificación debe ir sola. Quizás falta algún refuerzo atrás y habrá que ver lo que sucede con Neymar, pero más de la mitad del trabajo está cerrado.