El tiempo entre costuras

Messi busca reencontrarse con el gol

Messi busca reencontrarse con el gol / EFE

Carme Barceló

Carme Barceló

A este Barça le han hecho un roto. Otro. Lleva un 2020 ‘horribilis’ en el que las únicas alegrías se las proporciona el mismo enemigo al que le da munición día sí, día también. Podríamos estar hablando de ese punto que le separa del Real Madrid en la tabla, de que el Bernabeu vuelva a ser regado por Leo Messi y que en cuestión de diez días este Barça pudiera ser líder en la Liga. Por no hablar de lo que supondría ganar en Nápoles. De un escenario claramente positivo, que hubiera servido para ponerle un buen remiendo al traje, nos situamos en otro en el que es difícil encontrar más vestiduras que rasgarse. Si alguien quiere pescar en río revuelto, aquí tienen las redes del FC Barcelona. 

Escribí en esta misma columna hace algunas semanas que la capacidad de autodestrucción del club azulgrana es histórica y digna de estudio. Las crisis parecen cocinadas en el disco duro de la entidad, el mismo que ha estallado esta semana tras las revelaciones de la Cadena Ser. Que el Barça está por encima de presidentes, directivos, ejecutivos, jugadores y entrenadores es algo que a veces se les olvida. Al club y a sus socios, como decía Josep Lluís Núñez, no se les puede engañar. Si a Leo Messi este ‘affaire’ le parece “raro”, el abonado lleva unas semanas que no entiende casi nada. 

Pasa el tiempo para todos. Para los del vestuario, los de la grada y los del palco, pero lo que va a quedar en pie y está por encima de todo es el FC Barcelona. Entre costuras, eso sí. Estos primeros meses del año le han subido y bajado cremalleras que se han encallado, algunas se han roto y la mayoría ha supuesto un sobreesfuerzo que llegara arriba y cerrara. Lo curioso del caso es que son manos son propias, no ajenas ¿Vale la pena poner parches o comprarse un traje nuevo? Mientras en ’ club hay a quien no le llega la camisa al cuerpo, hoy presentan al último remate, Braithwaite, que llega para sumar puntos y apañar a una plantilla corta y mosqueada a la que le toca dar puntadas con hilo.