La terrible lección del 'caso Coutinho'

Hay que admitirlo. El fichaje de Coutinho ha sido (fue) un terrible fracaso. Un fracaso deportivo. Y un fracaso (aún más grande) económico. El Barça pagó 120 millones de euros (más 40 de variables) al Liverpool por el futbolista brasileño en enero de 2018. Solo jugó un año y medio en el equipo blaugrana (con unas estadísticas más bien pobres: 21 goles en 76 partidos) y esta temporada ha estado cedido en el Bayern, con un rendimiento tan escaso que el club alemán ya ha decidido devolverlo.

Coutinho, sin duda, se ha convertido en un gran problema para el Barça. Y hay que encontrarle, rápidamente, una solución. Venderlo sin perder mucho dinero resulta totalmente imposible. Y la única alternativa, por ahora, es buscarle una nueva cesión. Posiblemente a la Premier, donde conserva un notable cartel. El Chelsea, de momento, ya se ha interesado por hacerse con sus servicios. Aunque difícilmente asumirá el coste total de su ficha: Coutinh cobra 12 millones de euros netos por temporada.

La precipitación con que se actuó tras la fuga de Neymar al PSG (al fracasado fichaje de Coutinho hay que unirle el no menos dudoso de Dembélé) está teniendo unas terribles consecuencias económicas y deportivas para el Barça. La rémora de las incorporaciones rápidas y sin criterio ha lastrado el rendimiento del equipo (cuya capacidad competitiva ha ido cayendo en picado) y ha abierto un enorme agujero negro en las cuentas blaugranas. Nada de todo esto tiene, lamentablemente, remedio. Ahora solo cabe esperar que, al menos, Bartomeu y su junta (y sus ejecutivos) aprendan la lección. Y que este próximo verano se fiche mucho mejor...