La noche que Ter Stegen hizo de Messi

Ter Stegen en una jugada

Ter Stegen en una jugada / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Ausente Messi por lesión, Ter Stegen se puso la camiseta con el número 10 debajo de la de portero con el dorsal número 1. Diez más uno, once, exacto, vale por un equipo completo. Y es que el guardameta alemán fue el gran artífice del pase del Barça a la final de la Supercopa. Tres paradones en la prórroga y dos penalties detenidos en la tanda decisiva. ¡Espectacular! En la noche cordobesa, Ter Stegen hizo de Messi. No en vano, el partido venía condicionado por la baja de Leo, lo que sin duda daba ventaja a la Real Sociedad y más viendo cómo planteó el partido su entrenador, con una presión asfixiante, prácticamente hombre contra hombre, lo que complicó extraordinariamente el juego natural de los azulgrana que no disponían del hombre al que todos buscan en estas circunstancias y que casi todo lo soluciona. La primera media hora de juego fue de la Real. Presión, intensidad y físico fueron sus armas y el equipo de Koeman tardó en asentarse sobre el terreno de juego. Pero pasado el efecto inicial, los mejores futbolistas de Koeman entendieron cómo había que jugar. 

GRAN ACTITUD. Y los mejores jugadores fueron los más inteligentes. De Jong y Pedri, especialmente. Pedri se retrasó un poco y De Jong explotó su sentido del juego vertical. Y si atrás Busquets ayudaba en el inicio del juego y eN el corte de las acciones rivales, pues mano de santo. El balón fue del Barça y así llegó el gol de De Jong, en plan ariete, o sea, con llegada. Sin embargo, aún quedaba mucha tela que cortar ya que nada más iniciarse la segunda parte una mano de De Jong fue interpretada como penalti por el árbitro y Oyarzábal empató. Tocaba remar de nuevo y el Barça remó. Sin Messi pero con mucha actitud, esfuerzo y sacrificio, la única manera de paliar la exhibición física de la Real. Aguantó la defensa, bregó el centro del campo y solo faltó más remate en la delantera, así que la prórroga fue inevitable. Ahí, es cierto, Ter Stegen mantuvo vivo al Barça. Y en los penaltis, le acabó de dar la vida. Una victoria que da mucho crédito, del mismo modo que la derrota no hubiera sido sinónimo de crisis.