Ter Stegen evita otra decepción del Barça

En esta acción marcó Robert Lewandowski el 1-0

En esta acción marcó Robert Lewandowski el 1-0 / Javi Ferrándiz

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La Superfinal está servida. Barça y Madrid se enfrentarán este domingo por el primer título de la temporada. Riad será el escenario del duelo por una Supercopa de España que puede ser (debe ser) un punto de inflexión para el equipo blaugrana. El conjunto de Xavi necesita urgentemente un éxito y en Arabia Saudí tiene una extraordinaria oportunidad de conseguirlo. Se trata de una competición menor, pero el Barça no está para menospreciar triunfos tras la dolorosa eliminación en la fase de grupos de la Champions. Hace 636 días (concretamente desde el 17 de abril de 2021) que el equipo blaugrana no levanta un trofeo.

En estos casi 21 meses han pasado muchas cosas en el club. Algunas, buenas, como la resurrección capitaneada por Laporta. Otras, muy malas, como la inesperada salida de Messi. Pero, por fin, el Barça vuelve a estar en disposición de ser campeón después de tantas decepciones y fracasos. Y lo hace habiendo superado en semifinales a un poderoso Betis con el regreso del goleador Lewandowski, las intervenciones salvadoras de un Ter Stegen en estado de gracia (tanto en el partido como en la tanda de penaltis) y la ‘explosión’ de Ansu Fati con su golazo reivindicativo. 

El equipo de Xavi va afinando su juego poco a poco, aunque sigue con escasa eficacia ante la portería rival y peligrosas desconexiones defensivas que causan más de un disgusto. Como sucedió ayer. Ante el Betis, volvimos a ver las dos caras de un equipo que todavía no ofrece una solvencia absoluta. Se adelantó dos veces en el marcador (en el tiempo reglamentario y en la prórroga) y dos veces permitió que el rival igualara la contienda. Lo que provocó que el encuentro tuviera que resolverse en la lotería de los penaltis. Allí volvió a emerger la impresionante figura de un Ter Stegen inmenso que detuvo dos penas máximas y clasificó a su equipo para la final. Evitando lo que hubiera sido una nueva decepción...

El triunfo ante el Betis deja sensaciones irregulares para afrontar el partido contra un Madrid que pasó tantos apuros como los blaugranas ante el Valencia para lograr su pasaporte. El domingo será un clásico con la Supercopa en juego. Una prueba de fuego entre dos equipos que generan dudas y que puede marcar el resto de la temporada. El que gane saldrá reforzado. El que pierda, terriblemente tocado. Por eso y porque significaría el primer título de la era Xavi la final hay que ganarla. Como sea.