Teoría y práctica del Barça de Koeman

El Barça aprieta buscando el segundo (ES)

El Barça aprieta buscando el segundo

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Será difícil hacer una alineación más ofensiva que la que ayer hizo Koeman. Será difícil salir con más intención de jugar al ataque con la que ayer salió el Barca. Y será difícil, también, tener más oportunidades que las que ayer tuvo el Barça en los minutos iniciales. Concretamente, tres goles cantados en ocho minutos, de los que solo subió al marcador el penalty transformado por Messi. De inmediato, un remate de Pedri al larguero botó sobre la línea de gol y acto seguido, Griezmann, ¡ay, Griezmann!, protagonizó el fallo del año.

Todo parecía indicar que la cosa acabaría en goleada. La intención de Koeman, desde luego, era esa y para eso ideó un sistema flexible con De Jong de central, Pjanic en el doble pivote junto a Busquets y arriba toda la artillería habitual, Pedri, Messi, Griezmann y Ansu Fati. Enseguida se vio que lo de De Jong era para incorporar más gente al ataque en fase ofensiva situándole junto a Busquets para que Pjanic pudiera sumarse arriba sin la menor duda. Bonito, ¿verdad? 

UNA LÁSTIMA. Bonito, sí, pero una cosa es la teoría y otra, la práctica. El equipo sigue con problemas de gol. Falta de acierto y falta de suerte, que también hay que decirlo. El mencionado remate de Pedri al travesaño, la falta que le sacó a Messi el portero ucraniano, otro paradón a Dembélé... Pero también se aprecian dificultades tácticas que confirman que por muchos jugadores que pongas en el área contraria no aseguras más eficacia. Hubo momentos en que

De Jong y Pjanic eran dos delanteros más. Menos mal que Piqué firmó el segundo gol y, sobre todo, menos mal que volvió Ter Stegen y salvó la victoria con cuatro o cinco paradones antológicos. El portero era el mejor y Koeman sacó a Lenglet por Busquets para volver a la estructura defensiva habitual, lo que no evitó que el Dynamo marcara su gol. Tocó sufrir el último cuarto de hora. En fin, se ganó, que es lo importante, pero no se ganó con la solvencia debida. Una lástima que las buenas intenciones de Koeman no se vieran recompensadas con un mejor juego y marcador. Habrá que seguir pensando, Ronald.