El templo de D10S

Messi y Luis Suárez, listos para eliminar al Liverpool

Messi y Luis Suárez, listos para eliminar al Liverpool / EFE

Rubén Uría

Rubén Uría

El templo de D10S

Klopp dejó caer que el Camp Nou no es un templo del fútbol. Tiene razón. El Camp Nou es otra cosa. Es el templo del Dios del fútbol mundial, Lionel Messi. Hace meses avisó que el equipo quería brindarle este trofeo al Camp Nou y en ello anda su divinad. Esta noche, el alfa y omega volvió a ser lo que es: la prueba existente de que Dios, de vez en cuando, baja al planeta Tierra para jugar al fútbol. Su enésima exhibición, memorable, puede valer una final. Sólo los forofos más recalcitrantes pueden negar lo que sus ojos ven una y otra vez. Si Messi no es Dios, lo parece. El Camp Nou es su templo. Y él es D10S.  

Maldición rota

Dos empates, dos derrotas y un solo gol de Deco. Ese era el balance del Barça en Europa ante el Liverpool. Esta noche, el equipo de Valverde acabó con la “maldición red” de un plumazo. Messi cogió su fusil, reescribió la historia y ahora es el Barça el que tiene un pie en la final del 1 de junio en el Metropolitano. Ante un rival dignísimo, fantástico, que puso al Barça en problemas, apareció Messi para destrozar la moral de los de Klopp. Un resultado abultado, que vale su peso en oro, donde el equipo azulgrana corrió lo que no está en los escritos, sufrió de lo lindo y acabó viendo cómo el de siempre, como siempre, rompía al rival en mil pedazos.

Operación “triplete”

Con un título de tres en la saca, el Barça disputará la final de Copa el 25 de mayo y avista ahora la gran final de Champions en Madrid. Bartomeu dijo que el objetivo de esta temporada era el “triplete” y el equipo está respondiendo. Sería el tercero de la historia culé. Si lo consigue, la temporada azulgrana pasará de sobresaliente a matrícula de honor “cum laude”. Ganar es complicadísimo. Ganarlo todo sólo está al alcance del mejor. Hay licencia para soñar en Barcelona. No es para menos. Este equipo exige y merece un respeto.