Tapar las vergüenzas

Yo juego a pádel a menudo, y me lo tomo muy en serio. No soy Bela, pero me lo tomo en serio. No juego pachangas, juego partidos, y si hay algo que me pone de los nervios es que la gente falle un golpe y se quede solo con la acción puntual del golpe fallado, y no con la jugada que lo precede, que es la verdadera culpable de que haya fallado.

Os cuento esto porque creo que tapar no es bueno. A menudo tapamos los errores con otros errores leves, o con aciertos puntuales. Creo que al Barça esto no se le puede permitir porque ya le pasó, y lo estamos pagando caro.

Llevamos unas cuantas temporadas tapando nuestras vergüenzas gracias a Messi, y a la que se ha ido se nos ha visto todo. Nos hemos quedado desnudos y si te desnudas hace frío. Messi con su magia hacía que un partido gris se volviera realmente excepcional porque verle a él solo ya era excepcional la mayoría de las veces, pero la realidad es que la Messidependencia era flagrante. Tarde o temprano acabaría pasando factura.

Esta temporada creo que también estamos tapando errores con resultados y acciones.

Hay partidos que ganamos sin merecerlo -Real Sociedad, por ejemplo-, o el último partido ante el Betis. El gol de Jordi Alba en el último minuto fue espectacular por la volea y por el momento en que llegó. Salimos del partido eufóricos -ojo, se tiene que celebrar todo, ¡eh!-, pero si yo fuera Xavi estaría verdaderamente cabreado. Un juego mediocre y, lo que es peor, ni rastro del estilo Barça. Abusando de Dembélé y sus centros, y con la esperanza de que alguien los remate. De momento, poco éxito.

Estamos en una situación en la que debemos ganar para asegurar la plaza de Champions, pero es difícil olvidar que lo tendremos realmente difícil para planificar la temporada que viene a nivel de plantilla y, por lo tanto, a nivel de juego.

Ojalá me equivoque, pero tengo muchas dudas en lo que se refiere al estilo que tanto echamos de menos. Creo que no nos bastará con una sola temporada para volver a sentir aquel orgullo de juego acompañado de victorias y de títulos de tiempos pasados.

Al menos una cosa creo que Xavi tiene clara: no podemos volver a tener dependencia de nadie y las acciones puntuales no pueden tapar los defectos que ahora mismo tenemos como equipo.

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