El fracaso de Florentino y el silencio de Laporta

Florentino, en el Chiringuito

Florentino, en el Chiringuito / sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Florentino Pérez HA FRACASADO. Así, en mayúsculas. Su proyecto de Superliga ha muerto antes de nacer. Diez de los doce clubs ‘fundadores’ de la nueva competición ya se han dado de baja ante el enorme rechazo que ha provocado la iniciativa en todo el mundo. Solo Madrid y Barça aguantan la embestida del clamor popular. De momento... Los seis clubs ingleses que daban apoyo al proyecto (Manchester City, Manchester United, Chelsea, Arsenal, Liverpool y Tottenham) se despidieron de madrugada. Y ayer por la mañana lo hicieron Inter, Milan, Juventus y Atlético. La presión de la opinión pública, los aficionados, los propios futbolistas y los gobiernos han podido más que las amenazas de la UEFA. A Florentino Pérez se la he desmontado su particular chiringuito porque, una vez más, ha pecado de prepotencia y no ha sabido calibrar el sentimiento de la calle. El dinero, afortunadamente, todavía no lo es todo en el fútbol. Hay tradiciones. Hay respeto. Hay emociones. Y el presidente del Madrid quería prescindir de todo ello con el único objetivo de ingresar más millones... sin preservar ninguno de los principios que han convertido este deporte en el mayor acontecimiento del planeta. La UEFA es una mafia clasista, sí. Que se queda con el 40 por ciento del pastel. Pero una mafia no puede combatirse con otra mafia. Hay que negociar. Y es lo que todos estarán obligados a hacer a partir de ahora.

El Barça, por su parte, ya tarda en desmarcarse de la Superliga. Con la excusa de que debe ser la asamblea de socios quien decida, el club sigue jugando a dos barajas. Guardando un silencio sorprendente. Laporta, ideológicamente, está en contra del proyecto. Como lo estaría Cruyff... Pero la grave situación económica del Barça le ha empujado a los brazos del invento de Florentino Pérez. Otra vez el maldito dinero: una promesa de 300 millones de euros fijos anuales tiene la culpa de la posición del presidente blaugrana. Debería rectificar. Lo más rápido posible. Dar cobertura al fracaso del presidente del Madrid está resultando tan absurdo como injustificable. Si el Barça es ‘més que un club’, es el momento de demostrarlo.