Leo Messi apunta a la Supercopa

Messi puso con especial mimo el balón para lanzar la falta que significó el 0-3 y su segundo doblete consecutivo en Liga

Messi puso con especial mimo el balón para lanzar la falta que significó el 0-3 y su segundo doblete consecutivo en Liga / AFP

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

El Barça tiene que ponerse el chip de la Supercopa, esa competición que jugaba el campeón de Copa del Rey contra el Campeón de la Liga y que este año sería como una especie de playoff porque de momento no hay vencedor del torneo del KO. Para la Real y el Athletic es una prueba de fuego a partido único para su final que se va a disputar en Abril y para Barça y Madrid una oportunidad de cambiar la mentalidad del equipo durante unos días tras un inicio liguero irregular de ambos equipos.

Si es cuestión de sensaciones, el que llega mejor es el Barça y aunque eso no sea garantía de nada ver como el Madrid sigue tropezando, la Real en caída y el Athletic cambiando el entrenador siempre pone las cosas un poco más de cara. Pero lo que sí es garantía es ver a Leo Messi en tan buen estado de forma, demostrando que aunque le tumben un jugador en el suelo y rompan la barrera en dos, él es capaz de encontrar ese hueco para que el balón termine dentro de la portería. Messi ha recuperado su olfato con las faltas y lo que es mejor parece que también ha encontrado una buena compañía para jugar los partidos.

En medio de tanto mareo con los sistemas y los dibujos tácticos parece que Leo ya ha encontrado la manera de crear su ecosistema en el terreno de juego y ha encontrado como llevar a la nave blaugrana a buen puerto con sus nuevos compañeros de viaje. Sin duda, ver que Leo Messi es pichichi y se pone a tono antes de un posible título para el Barça, nos hace soñar con que un título a estas alturas de la temporada sería un revulsivo genial para este equipo, algo falto de alegrías. Además el título casi que llegaría con un nuevo presidente, ideal para que el equipo y la entidad recuperen el rumbo y el Barça pueda volver a ser un equipo campeón dentro y fuera del terreno de juego.