El suflé de Haaland

Haaland define ahora su futuro

Haaland define ahora su futuro

Rubén Uría

Rubén Uría

Palabra de Joan Laporta: "¿Haaland? Hay incorporaciones que entiendo que la gente esté ilusionada, pero son muy difíciles porque son operaciones que no deberíamos hacer ni aunque tuviéramos la mejor situación económica. Estamos para gestionar bien el club y aunque hemos mejorado, no se ha revertido la situación económica. Esta es la prioridad. Estaremos en todo pero no haremos ninguna operación que ponga en riesgo la situación".

Traducido a futbol es: el Barça pierde engordando un asunto que se ha desmadrado. El presidente, en público y en privado, dejó caer un par de frases que alimentaron la ilusión. Los periodistas, que a veces confundimos información con militancia, la engordamos a base de conjeturas, tertulias y portadas. Y el socio, que escucha lo que escucha y lee lo que lee, multiplicó esa ilusión. Salía tanto humo del Camp Nou que Laporta ha decidido abrir la ventana. Bien jugado. Primero, por prudencia. Por muy buena relación que tenga con Raiola, Laporta sabe que, para entrar en la subasta por Haaland, tendría que tendría que lograr un acuerdo con CVC, vender activos (‘Barça Studios’), poner en el mercado a varios jugadores y hacer malabarismos para afrontar un gran traspaso, una ficha que rompería el escalón salarial y unas comisiones astronómicas.

Segundo, Laporta no quiere descarrilar porque, si el Barça tiene alguna posibilidad en este fichaje, eso no pasa por televisar o filtrar reuniones, viajes o negociaciones a gusto del consumidor. Tercero, Laporta hace bien en frenar esta historia por imagen, porque City y Madrid están mejor colocados y uno sólo se debe meter en las guerras que realmente puede ganar. Y en cuarto lugar, Laporta acierta rebajando el suflé porque seguir inflando el tema Haaland, cuando es probable que acabe en otro equipo, sería reeditar lo que sucedió con la renovación de Messi. Y el presidente no se puede permitir que Haaland sea otro golpe para su credibilidad, ni se puede permitir que Erling sea un Leo 2.0. Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Escudo blindado: el club está por encima de todo y de todos. Una cosa es la fiebre por los fichajes y otra, la realidad.

Laporta, optimista incorregible, sabe que su deber es deshinchar el globo. Una retirada a tiempo es una victoria. Mejor tener los pies en la tierra que seguir alimentando la cuenta de la lechera. Ahora mismo, el club no está para embarcarse en subastas que no puede pagar y guerras que no puede ganar. Mejor bajar el suflé ahora que un bofetón en junio. El pasado dice que al Barça le va mejor fabricar Balones de Oro que comprarlos. El presente, que hay que cuidar a los de casa. Y el futuro, que hay que dejar trabajar a Mateu. Poco ruido, muchas nueces...