¿Va en el sueldo?

Probloemas para Koeman a la salida en coche después del clásico

Probloemas para Koeman a la salida en coche después del clásico / SPORT.es

Carles Pérez

Carles Pérez

Impedir salir con tranquilidad a Koeman del Camp Nou después del clásico y abollarle el coche, ¿va en su sueldo? ¿Es comprensible? Tajantemente, no. Es intolerable que actuemos con violencia ante la frustración. Es obvio que los dramáticos resultados invitan a poner el club a la venta en Wallapop, pero ni podemos ni debemos hacerlo. Actuar en frío es muy necesario. ¡Y lo digo a pesar de que me cagué en Dest cuando falló a dos palmos de la portería! Seamos sensatos: es inaceptable que Koeman no pueda salir del estadio tranquilamente, por mucha culpa que tenga del desastre ante el Real Madrid.

Precisamente, minutos antes de que esto pasara, en la rueda de prensa que hizo el técnico holandés al finalizar el partido, se refirió a los silbidos hacia Luuk de Jong e insistió en que no debe aceptarse que un jugador sea pitado al salir al terreno de juego. Mi opinión es precisamente la contraria. El socio o aficionado tiene el derecho, y casi el deber, de mostrar su disconformidad ante cualquier situación. Se entiende que los silbidos no son una forma de violencia y van en el sueldo de los jugadores. Seamos lógicos: si un jugador es silbado es que algo mal habrá hecho. Así pues, que mejore y no le silbarán. Cosa distinta es fomentar que De Jong sea la cabeza de turco de lo que está pasando en el Barça, situación que para nada se merece. A quien deberíamos silbar es a los responsables de su fichaje. 

Si nos ponemos en la piel de un jugador profesional de este nivel, no debe de ser nada agradable salir al campo con 86.000 grillos dando la vara, pero eso sí va en el sueldo, eso sí se paga. Y se paga bastante bien, por cierto.