Los socios tienen que llenar el Camp Nou

El Barça quiere mejorar las entradas en el Camp Nou

El Barça quiere mejorar las entradas en el Camp Nou / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça quiere un Camp Nou lleno. Pero lleno de socios. Por eso el club anunció ayer una serie de medidas para incentivar la presencia de los abonados al estadio. Las cifras de asistencia de los últimos meses han sido extremadamente bajas. Incluso con partidos de Liga en los que había más espectadores con entrada comprada que abonados. Por no hablar del lamentable espectáculo ofrecido en el encuentro de la Europa League ante el Eintracht. La junta directiva ha decidido intervenir para cambiar esta sorprendente y dolorosa dinámica. Y lo ha hecho con una apuesta valiente: penalizar la no asistencia al Camp Nou. En diferentes graduaciones hasta llegar al extremo de perder el derecho al asiento. Así mismo se da por finalizado el periodo de excedencia aplicado con motivo de la pandemia. Aunque, al mismo tiempo, también se premiará la fidelidad.

Todo con el objetivo de que el estadio vuelva a ser el templo futbolístico de los culés. Como aseguró ayer la vicepresidenta Elena Fort, se exigirá corresponsabilidad a los socios en este empeño. Y el que no pueda o no quiera ir a los partidos, que libere su asiento en el Seient Lliure, que se pone nuevamente en funcionamiento. Ver el Camp Nou medio vacío cuando se presume de ser el club con más socios del mundo y cuando hay una lista de espera de más de 13.000 personas que quieren comprar un abono es un sinsentido. Por eso el club también quiere llevar a cabo un nuevo censo, para conocer la fotografía real de la masa social blaugrana. Sobre todo pensando en el futuro más inmediato con la construcción del Espai Barça.

Todas estas medidas son imprescindibles para que el Camp Nou luzca como realmente se merece. Pero hay una variable que también hay que tener en cuenta: el espectáculo que se ofrece en el césped. El público regresará al estadio cuando se sienta reilusionado, cuando conecte otra vez con el equipo, cuando se vean buenos partidos y, sobre todo, cuando se ganen títulos. El Barça de Xavi es un proyecto en construcción que ofreció tres meses de brillantez a principios de año (culminados con la histórica goleada en el Bernabéu) pero que acabó demostrando que todavía está lejos de ser un conjunto competitivo. Los fichajes de este verano deben cambiar esta situación. Con un Barça atractivo no hay ninguna duda de que los abonados se activarán. Y las acciones disciplinarias se harán absolutamente innecesarias.