El socio es bipolar, tiene sentimientos enfrentados

El culebrón Negreira es una historia para no dormir que mancha el historial del Barça

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El culebrón Negreira comienza a ser un serial insoportable. Una historia para no dormir que mancha el historial del club. Parece que todo vale para colocar al Barça en el ojo del volcán. Medias verdades, medias mentiras, intoxicaciones a granel y manipulaciones interesadas. El tema despierta morbo y destila bilis en Madrid. Una vez judicializado el caso, va para largo. Mientras tanto, habrá que soportar una campaña de desprestigio que puede generar problemas económicos ya que el dinero es cobarde y poco amigo de las polémicas. Por todo ello, bien haría el club acotando el caso lo antes posible para que no genere efectos nocivos a nivel internacional y de patrocinadores.

Vaya por delante una cuestión importante. Nadie podrá demostrar nunca que el Barça compro a un árbitro por la sencilla razón de que no es verdad. Así de simple. Por mucho que la Fiscalía dispare con bala y asuma interpretaciones erróneas y malintencionadas, ningún colegiado dirá que cobró dinero del Barça a través del vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros porque esto no sucedió como ha manifestado el propio Negreira en su declaración ante Hacienda en octubre del año pasado. Otra cosa es que el Barça pagara a Negreira, no se sabe muy bien para qué y durante tantos años, un error histórico que la entidad tiene que asumir y que no ha servido para otra cosa que para enriquecer a un tipo sin escrúpulos ni moral.

Los socios del Barça viven esta situación con un sentimiento bipolar, con sensaciones enfrentadas. Por un lado están preocupados porque consideran que la institución es víctima de una campaña que parece una cacería y comparten la opinión del presidente Laporta de que detrás hay el deseo de desestabilizar el equipo y dejar tocado el club. Por otro lado, muchos socios no comprenden lo que sucedió, desean conocer toda la verdad para salir de dudas y superar el trauma. Sin tener toda la información, es imposible tener opinión.

Esta semana se ha hablado mas del caso Negreira que del clásico del Camp Nou. Esto no es bueno para el fútbol. El maldito ex árbitro ha tenido mas titulares y portadas que el mismísimo Ter Stegen. Llegado el día del gran partido, lo mejor que le puede pasar al Barça es ganar al Madrid con solvencia para dar una patada al caso Negreira. Sería la mejor manera de eclipsar por unos días un tema que ensucia la actualidad. Hoy está en juego mas de media Liga, la oportunidad de que el equipo demuestren sobre el campo que el papel de los árbitros siempre tiene que ser   secundario. Estamos hartos de que temas extra deportivos asuman un protagonismo que va en contra del interés de los aficionados. El fútbol lo juegan veintidós futbolistas, el señor de negro está para aplicar el reglamento y pasar desapercibido.

NEGREIRA REAPARECE

Tras un mes y medio en paradero desconocido, se escondía en Benidorm como un simple jubilado, Negreira volvió a su casa de Barcelona para reunirse con los abogados y preparar su defensa. No tiene buena cara y se nota que no vive su mejor momento. Se ha convertido en el apestado de los árbitros. No se habla con su hijo, ha roto sus amistades de siempre y está muy preocupado por lo que le pueda pasar. El dinero sucio no hace la felicidad y mucho menos si Hacienda te persigue