Sito Alonso como ejemplo

Sito Alonso durante la rueda de prensa en el Palau Blaugrana

Sito Alonso durante la rueda de prensa en el Palau Blaugrana / JOAN MONFORT

Ernest Folch

Ernest Folch

Mentira, no solo importan los hechos, también las palabras pesan. Ha bastado una rueda de prensa para que Sito Alonso ilusionara al barcelonismo y le devolviera la esperanza en la sección de basket tras un sonoro fracaso y una de las peores tenporadas de su historia. El nuevo entrenador blaugrana irrumpió en su primera comparecencia con las ideas muy claras, apeló a la cantera sin ambigüedades y admitió que uno de sus objetivos es por supuesto el de recuperar la ilusión perdida. Cierto: Sito Alonso todavía no ha jugado nada, por lo tanto todavía no ha ganado a nadie. Ni siquiera ha empezado a entrenar. Pero ya ha conseguido algo que nunca logró Bartzokas ni la sección entera en toda la temporada pasada: ha dotado al basket del Barça de un discurso. Y las palabras son mucho más importantes de lo que parecen. Ayudan a convencer, a construir y a proteger proyectos. Porque en definitiva cuando una pelota entra, sea de fútbol, de baloncesto, de balonmano, de hockey o de fútbol sala, es básicamente porque hay una idea potente que la empujaba hacia su objetivo. Lo peor nunca es perder sino que no se sepa a dónde vas. Y al menos ahora sabemos hacia dónde va la sección. Bravo por el club, porque a falta de conocer los primeros resultados, se ha reconducido el discurso. Ahora bien, el entusiasmo inicial de Sito Alonso debe servir como espejo para el resto del club, porque todavía hay demasiadas áreas donde el discurso es inexistente o imperceptible o invisible. Como por ejempo La Masia, donde falta que alguien de peso explique la estrategia general y sea capaz de revertir el desánimo actual ante la continua marcha de talentos a grandes equipos de Europa. La rueda de prensa inaugural de Sito Alonso demuestra que salir a expresarse en público y exponerse a las preguntas de los periodistas, a la larga, solo suma. Que cunda el ejemplo.