El síndrome Alves ya dura demasiado

En la sexta temporada sin brasileño, el lateral derecho sigue sin solución definitiva

Dani Alves: "Soy mitad brasileño y mitad español"

Dani Alves durante el último partido en Japón / Reuters

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Aunque al final el Sevilla-Barça ha sido aplazado, el percance de Sergiño Dest con la selección de EE.UU. ha agitado de nuevo los fantasmas que se ciernen sobre el lateral derecho del Barça. Fantasmas eternos, por otra parte, pues empezaron con la marcha de Alves, el mejor lateral derecho de la historia moderna del club, y siguieron con la pésima gestión de su sustitución. La cuestión es que acabamos de empezar la sexta temporada sin el brasileño y seguimos con la demarcación abandonada. Sí, ya han pasado cinco años desde la traumática salida de Alves, porque Alves se fue mal, entre acusaciones y ruedas de prensa durísimas contra la directiva de Bartomeu.

Pero se fue libre, que al fin y al cabo es lo que le interesaba. Otro jugador importante por el que el Barça no supo sacar ni un euro. Y eso que cuando Rosell y los suyos llegaron al poder, le ponían como ejemplo del futbolista de elite que hay que saber traspasar en su momento, "cuando el club le ha sacado lo mejor y le queda ya poco por ofrecer", decían. Queda claro que el final de la película fue muy distinto al guión previsto, pero lo que siguió casi que ha sido peor. 

DE PARCHE EN PARCHE

Si tan claro lo tenían, lo lógico es que hubiesen preparado el relevo con antelación, pero lo único que hicieron fue fichar a un tal Douglas, que acabó cedido en varios equipos y pagando el Barça buena parte de su ficha. Una broma de mal gusto, pero es que después, cuando ya no había más remedio, se tiró de Sergi Roberto, condicionando, acaso, la carrera de un buen centrocampista. Sí, porque Sergi Roberto no es lateral, es centrocampista, no hay más que ver que desde esta posición ha marcado ya dos goles en los tres partidos de esta Liga.

Aún así, seguimos de parche en parche. Con Dest, que no es ninguna maravilla, y Sergi Roberto. Antes pasaron por ahí Aleix Vidal y Semedo; uno fracasó y el otro no cuajó, aunque se le sacó una pasta al Wolverhampton. Este verano aterrizó Emerson, pero ha durado tres partidos antes de salir traspasado, con beneficio, eso sí, al Tottenham. Pero no es eso. Lo esencial es que es el síndrome Alves ya dura demasiado.