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Sin premio en el Sánchez Pizjuán

Messi, entre una nube de rivales

Messi, entre una nube de rivales / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

Uno de los mejores Barça de la temporada para un partido en el que había media liga en juego. Buena disposición de Quique Setién que jugó fuerte: dejó a Griezmann en el banquillo y a Suárez y a Bratihwaite en el campo. Ybuena predisposición del plantel que, experimentado y consciente de cuándo se deciden títulos, supo desde el minuto 1 que ese era el partido espercial. Hubo seriedad, actitud, predisposición colectiva a la recuperación del balón, posesión... El Barcelona lo tuvo todo, menos el gol.

El Barça dominó, controló a su rival pero le faltó acierto para penetrar en la férrea defensa de Julen Lopetegi. Messi no encontraba espacios y se topaba contuniamente con una teleraña de rivales, Braithwaite estaba diluido y Suárez no está fresco aún. Resultado: Apenas hubo ocasiones en la primera parte, una de Messi y otra por un error de Valclik.

cambios tardíos

Los cambios de Quique tardaron  (demasiado) en llegar cuando el equipo, con tres partidos en menos de una semana, iba muy falto de aire. Su dominio fue a menos a medida que pasaban los minutos. Se le tonaba al Barça que iba perdiendo fuelle  y Quique no reacconaba desde la banda mientras Griezmann y Ansu se tiraban de los pelos.

Con la aparición del francés, el Barça tampoco encontró el camino del gol. Y fueron pasando los minutos como quien, resignado, se estrella contra un muro. Incluso hubo momentos en los que sufrió para mantener un empate que no le sirve porque ahora el Areal Madrid tiene la chance de recuperar el liderato. Ocampos tuvo un par de ocasiones frente a Ter Stegen, quien volvió a ser providencial. Un empate que sabe a poco porque el Barça jugó bien pero dejó escapar vivo al rival.