Sin dinamita, vuelta con trampa

El Bayern y el Liverpool empataron sin goles

El Bayern y el Liverpool empataron sin goles / AFP

Rubén Uría

Rubén Uría

Sobró respeto, faltó contundencia. El primer asalto entre Liverpool y Bayern, dos ogros, acabó como comenzó, con igualada y sin un triste gol que llevarse a la boca. Los de Klopp fueron de más a menos y los de Kovac, de menos a más. La ida resultó una decepción para el aficionado: mucho ruido, pocas nueces. El Liverpool se fue con las manos vacías cuando tuvo cerca el botín y el Bayern se fue algo más contento, porque jugó para no perder y se fue a Múnich sin hacerlo. Eliminatoria en el alero. Veredicto final, en el Allianz Arena.

SIN DINAMITA

Después de Roma, tocaba reválida. Y el Barça quiso, pero no pudo. Asignatura pendiente, la puntería. Sin dinamita, el Barça se fue con sensación de ocasión perdida y empate agridulce. La estadística advierte: el saldo fuera de casa asciende a dos empates y cuatro derrotas en las seis últimas eliminatorias de Liga de Campeones, con un gol a favor y trece en contra. Tres años sin ganar a nadie en un cruce fuera de casa. Si después de 25 remates a portería el Barça no fue capaz de ganar, la teoría indica que, o mejora de cara a portería, o sufrirá en próximas rondas. Que el Barça sigue siendo favorito para la vuelta es indiscutible. Que el 0-0 es un resultado trampa, también. Para ganar esta Champions, sólo con Messi no bastará.

ROCA CONTRA ROCA

Atleti contra Juve. El equipo español más italiano contra el equipo italiano más español. Dos máquinas de competir. Dos equipos que rozaron la gloria en sendas finales y se les negó. Dos clubes que han hecho un esfuerzo titánico, uno reteniendo a Griezmann y otro, fichando a CR7, con el fin de ser reyes. Agresivos, intensos, marmóreos y capaces de hacer un gol en media ocasión, ambos saben que jugarán un duelo en el que no habrá tregua, ni se concederá. La partida de ajedrez está servida. Simeone ante Allegri. De fondo, una certeza: como en Los Inmortales, sólo podrá quedar uno. Primer asalto, en un repleto Metropolitano.