Sin Cristiano no hay paraíso

Quién le iba a decir al Real Madrid que a primeros de marzo solo iba a luchar por la segunda plaza en LaLiga y que todo aquello que se planificó en verano en el conjunto blanco ha acabado fracasando. Todo mientras echa de menos -sí, echa mucho de menos- a un futbolista que metía cincuenta goles por temporada y que se fue por voluntad propia sin que nadie le retuviera.

El portugués por unas cosas y por otras quiso dejar el Bernabéu y lo dejó claro tras ganar la Champions ante el Liverpool. "Fue muy bonito jugar en el Real Madrid", afirmó nada más terminar el encuentro. Las alarmas se encendieron entre los aficionados, pero no en la zona noble de la entidad blanca. Nadie temía allí lo que podía pasar y la realidad ha demostrado que sin Cristiano no hay paraíso y que Zidane fue el más listo de la clase. El entrenador francés huyó de la que se avecinaba esta temporada sin el delantero. Él vio antes que nadie la tormenta que iba a caer sobre el césped del estadio merengue. Y no se equivocó.

Mientras los relámpagos caen en la Castellana, Cristiano Ronaldo sigue marcando goles en el Calcio. Sigue siendo un jugador clave, decisivo, y por qué no decirlo, uno de los mejores del mundo salvando las distancias con Leo Messi.

Ahora no hay marcha atrás y solo hay una realidad: tardará en volver a salir el sol en el Real Madrid.