Lo siento, Courtois, pero la pifiaste

Acto de presentación de Thibaut Courtois como nuevo portero del Real Madrid

Acto de presentación de Thibaut Courtois como nuevo portero del Real Madrid / AFP

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Decía papá (y perdonen que en esta sección de ‘Las cosas de Emilio’, les siga contando mis historietas juveniles), que todo el mundo debería tener un video de su vida en casa, allí, en la estantería de los libros, ¡pum!, colocado entre El Quijote y Cien años de soledad. Y cuando dudase, cuando le ocurriese algo que no esperaba, cuando sospechara que estaba actuando de una manera distinta a como debía, cuando sufría en su interior estar traicionando la educación que había recibido de sus padres, del colegio, de la universidad, cuando estaba a punto de traicionar a un amigo o engañar a un hermano para conseguir una postura de privilegio, debía coger la cinta, aunque fuese de VHS, y pasársela en silencio, en un rincón de su casa.

Si así fuese, si todos fuésemos capaces de darnos cuenta de que no todo se puede ha-cer, no todo se puede decir y, sobre todo, que no debemos traicionar nuestras raíces porque lo más sagrado que hay en esta vida son tus padres, posiblemente la huma-nidad ¡menuda desgracia! se comportaría mejor y, sobre todo, viviríamos en un mundo, si no más justo, porque eso parece imposible, sí, al menos, más llevadero, menos agresivo, menos timo, más auténtico, menos falso, más cómplice.

Como estamos ha-blando de fútbol, aunque lo lamentable es que es de fútbol megaprofesional, de millones y millones de sueldos y traspasos, puede que lo que voy a lamentar, a criticar y a señalar sea moneda corriente. Eso es lo peor. Digo que empiezo a estar harto, muy cansado, por lo que de falso tiene, por lo mucho que tiene de impostura, de que los futbolistas besen el escudo de la última camiseta que visten por decenas de millones y digan que es o el equipo de su vida, o el sueño de su vida, o la oportunidad soñada. O, peor aún, mucho peor aún, las tres cosas a la vez.

Estamos sí, a vueltas con el perdón que debemos conceder al portero belga Thibaut Courtois, bueno, no nosotros que nos da absolutamente igual y, simplemente, estamos asistiendo al último lamento de Florentino Pérez y su lujoso Real Madrid, que última-mente no para de meter la pata y hundirse un poquito más en su historia gloriosa. Y es que Courtois, rutilante fichaje del Real Madrid, no cesó de cantar, hace apenas cinco años, cuando le ganó la Copa (2-1) al Real Madrid defendiendo al Atlético: “¡Salta, salta, salta, pequeño canguro y a los madridistas que les den por el culo!”

Ojito al cante porque, en efecto, es perdo-nable, pero no sé hasta qué grado. Bueno, a los aficionados (de cualquier equipo) les trae absolutamente igual el asunto (como les importa un bledo que Zidane descartase a Kepa por 20 millones y ahora le cueste al Chelsea 80), pero, ciertamente, el cántico de Courtois (“fue un pecado de juventud, me dejé llevar por el momento” ¡el video, Thibaut! ¡el video de tu vida!) es grave, muy grave, pues él sabía perfectamente lo que hacía, dónde lo hacía, en honor de qué y quiénes lo hacía y hacia quién iba el desprecio, es decir, a su nueva afición.

Lo cierto es que Florentino Pérez ha conseguido, por fin, por fin, clavarle el puñal al mejor portero de Europa, al ganador de un montón de Champions, a uno de los pilares del último Real Madrid y, sin duda, a una de las mejores personas (y no porque sea tan religioso o se encomiende en cada parte al Altísimo, no, no) que existen en el fútbol español y mundial.

Hacía demasiado tiempo que Pérez, ni siquiera sus entrenadores, pues ‘Zizou’ adoraba (y con razón) a Navas, le tenía manía a su portero. Para acabar con su trayectoria blanca debía contratar a alguien que fuese, o pareciese, o se dijese, o simulase, ser mejor que Navas. Por eso lo intentó con Kepa y por eso lo ha logrado con Courtois. Pero lo siento, parecer, decir o simular no es ser mejor que Navas. Es muy difícil ser mejor que Navas cuando se ha ganado tanto. Pero el ‘ser superior’ es quien decide y, por fin, ha decidido que los días de Navas en el Real Madrid han concluido. Con perdón, usted, como yo, no nos creemos que vayan a jugar los dos. ¿Verdad? No. Jugará Courtois. Y punto. Pérez no se puede arriesgar a fichar a Courtois y que Lopetegui no lo ponga.

Por eso digo que eso de cumplir un sueño, eso de besar (dice) por vez primera el escudo del equipo por el que ha fichado, como ha explicado el portero belga al llegar a Madrid, no me lo creo. Lo siento. El video de la vida de Courtois no dice eso. Dice que el 22 de junio del 2013,  cuando prolongó su cesión en el Atlético y no regresó al Chelsea, declaró: “Estoy muy feliz, es lo que deseaba, seguir disfrutando de este gran Atlético, de este inmenso club, jugar la Champions y pasarlo en gran con esta increíble afición que tenemos”. El video, Thibaut, el video.